Sube una señora con un bebé al bús y sorprendido el chofer le dice:
- ¡Jueputa, nunca había visto un culicagao tan feo!
La señora llorando se sienta y le dice al pasajero que está a su lado:
- Ese chofer es un grosero.
Y el pasajero le contesta:
- ¡Es verdad! Tranquila, mi señora, ¡Vaya y reclámele que yo le cuido el miquito!