Lo más salvaje e inhumano de esta masacre, es que fue realizada con armas blancas, es decir, fueron asesinados como se dice popularmente, a punta de machete. Así hubiese sido con un tiro de gracia, no deja de ser un vil acto que no sólo demuestra la brutalidad de sus actos, sino que el desprecio por la vida humana a llegado al limite.

Navarro Wolf lo había dicho antes, en Nariño todavía existen facciones de la guerrilla, pero nadie lo escuchó, ahora pasa esto, y todas las personas que de una u otra manera no van de la mano con las políticas del actual gobierno, tienen que salir a dar explicaciones por cada masacre por el grupo terrorista, como si algún miembro del gobierno tuviera que dar explicaciones por los crímines cometidos por paramilitares.

Uno llega al punto, que ni sabe que pensar o sentir por estas personas, uno quisiera una salida diplomática, pero a este paso, ¿cómo?. La Corte Penal Internacional debería estar bien atenta de estos hechos tan aberrantes.