El liberado ex diputado provincial Sigifredo López pidió este jueves al presidente Alvaro Uribe aceptar el canje propuesto por las FARC para recuperar a 22 militares que mantienen cautivos, y llamó a los colombianos a la resistencia civil contra esa guerrilla.
Propuso que el canje sea negociado en Brasil, y que el gobierno de ese país y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se encarguen de la logística del "intercambio humanitario" de los rehenes por los rebeldes presos que el grupo guerrillero reclama.
López, quien fue entregado por las FARC a una comisión humanitaria, negó que este hecho hubiera sido un gesto humanitario de esa guerrilla.
"Las liberaciones no son humanitarias, son un acto político de las FARC porque necesitan reivindicarse con los colombianos", dijo en una conferencia de prensa en esta ciudad poco después de haber sido entregado en algún lugar del departamento (provincia) del Cauca (suroeste).
López aseguró que el grupo rebelde se ha visto afectado por las masivas marchas de los ciudadanos en su contra, porque "sabe que ninguna revolución ha triunfado sin apoyo de la comunidad y que lo que más daño le ha hecho son las masacres y los secuestros que horrorizan al pueblo colombiano".
Por eso llamó a los colombianos a continuar saliendo a las calles a marchar para rechazar el secuestro como arma de lucha, y recordó la resistencia pacífica que realizaron el indio Ghandi, el estadounidense Martin Luther King y el sudafricano Nelson Mandela para alcanzar sus objetivos.
"Yo invitaría al pueblo colombiano, a todos a salir a volcarnos a exigir la liberación unilateral de todos los secuestrados, no sólo los militares", puntualizó.
Tras la liberación del ex diputado, el último político que quedaba en cautiverio, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mantienen en lo profundo de la selva a 22 militares y policías, algunos desde hace más de 10 años, que pretenden canjear por unos 500 rebeldes presos, tres de ellos en Estados Unidos.
Al reafirmar la necesidad del canje, dijo que "sólo hay una posibilidad de traer con vida a los 22 militares y policías que en este momento están amarrados a un árbol desde hace diez años".
"Las FARC tienen orden perentoria de asesinar a los indefensos secuestrados apenas sientan el primer helicóptero o apenas escuchen la primera bala en su campamento, como ocurrió con mis compañeros", indicó López, que acusó a la guerrilla de haber asesinado a sus once colegas secuestrados con él en el 2002.
"Hay que exigir la liberación unilateral de todos los civiles y el intercambio de prisioneros, de los combatientes", añadió López en referencia a unos 700 secuestrados de carácter extorsivo económico que según el gobierno y organizaciones no gubernamentales tienen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
López criticó la posición del presidente Uribe de condicionar el intercambio humanitario de secuestrados por guerrilleros presos a que éstos no regresen a las filas rebeldes, asegurando que "eso es decirle sí, pero no al canje".
"No volver a las filas significa desnaturalizar la esencia de la figura del intercambio de prisioneros", señaló.
"La esencia del intercambio es sacar del medio a los que quedaron atrapados en el conflicto. Es un instrumento para salvarle la vida a unas personas que no tienen otra posibilidad de vivir sino es por el intercambio humanitario", anotó.
Sin embargo, el ex diputado de la Asamblea del departamento de Valle (suroeste), le reconoció aciertos a la política de seguridad implementada por el presidente Uribe, y que está enfocada especialmente a combatir a las FARC.
Al reclamar una "salida política" al conflicto armado del país, dijo que "este conflicto tan degradado nos ha convertido en una de las sociedades más bárbaras de la tierra".