Liberado ayer por las farc-ep, hizo explosivas declaraciones afirmando que el grupo guerrillero no esta acabado y a ellos les conviene la reeleción por la crisis que genera.
Y si fuera por Uribe los secuestrados se podrían an la selva.
Las Farc consideran que con las liberaciones están debilitando la seguridad democrática y que si Alfonso Cano muestra la mano tendida, la negociación necesariamente se convertirá en un eje fundamental de la campaña de 2010. Obviamente la guerrilla preferiría negociar con un Presidente que no sea Uribe. Le gustaría un gobierno más blando, que les dé reconocimiento político y que les permita tomar aire y fortalecerse como lo han hecho en el pasado en treguas o procesos de paz. Situación que seguramente aprovecharían para recuperar su iniciativa militar, o para buscar una negociación donde ellos sean una contraparte fuerte. Exactamente lo que Uribe resume en una palabra: la hecatombe.