Denunciante Leyenda
| Sudamericano Sub-20: Por sorteo clasificó Colombia a hexagonal final tras empate 1-1 con Venezuela
Calificación: de
5,00 |
La suerte que tantas veces dejó a las selecciones nacionales por fuera de los torneos internacionales de fútbol lo acompañó para que, gracias a un papelito, lograra la clasificación.
La bolsa con el papelito que decía "clasificado" fue el segundo golpe de suerte de la noche de ayer para Colombia. El primero lo desperdició: una pena máxima en el último minuto del partido frente a Venezuela, que Cristiam Nazarit no fue capaz de convertir en gol. Si lo metía, el panorama del torneo hubiera sido otro: Colombia pasaba de primero y el local quedaba eliminado. Pero el portero Rafael Romo evitó la derrota. Venezuela ganó el Grupo A y Colombia dependía de una papelito.
Ya había ansiedad antes de comenzar la jornada, pero el empate a dos goles entre Argentina y Ecuador le echó una tonelada de presión al equipo. Ganar era obligatorio para conseguir el cupo en el hexagonal final, y la única alternativa distinta a la victoria era anotar goles, muchos goles, para que, en caso de un empate, se pudiera superar a los ecuatorianos.
Lo que sorprendió es que la actitud de Colombia en el primer tiempo no fue la de salir a ganar. Venezuela tampoco lo hizo, pues el 0-0 le daba la clasificación. Los colombianos tocaban sin profundidad, más allá de los infructuosos esfuerzos de Javier Reina, y los venezolanos aguantaban. Y cuando Colombia tuvo la opción clara para meterla, a los 24 minutos, falló increíblemente: Leonardo Castro remató y le pegó al palo, el rebote le quedó a Elkin Blanco y el portero atajó a medias, y finalmente, Castro la mandó por fuera.
A medida que el reloj comenzaba a agotar minutos, los locales se dieron cuenta de que no era tan difícil llegar al arco contrario y comenzaron a envalentonarse. Primero le metieron un par de sustos a la defensa colombiana, que conjuró el portero Camilo Vargas, pero en el tercer intento llegó el gran golpe. Vargas salió a cortar un centro de Pablo Camacho, pero lo hizo lejos de su arco, sin medida y sin distancia: dejó el balón en la mitad del área y José Rondón anotó el 1-0, a los 41 minutos.
En el segundo tiempo, a Colombia le volvió a faltar el fútbol, pero por lo menos le metió el coraje y el corazón que no mostró en la primera etapa: antes salió a empatar. Después salió a ganar, y para eso ayudó el segundo cambio del técnico José Silva, que sacó a Víctor Ibarbo y metió a Christian Mejía, el hombre que cambió completamente el partido.
En una de esas gambetas del jugador del Tolima, el defensor Carlos Salazar lo derribó dentro del área y el árbitro chileno Enrique Osses sancionó el penalti. Cristiam Nazarit, que había entrado por Castro, se sacudió la sal y anotó el 1-1, que evitaba parcialmente la eliminación de Colombia, pero que dejaba la suerte del equipo afuera de la cancha, dependiendo de un sorteo.
Faltaba un milagro para evitar que todo dependiera de la suerte: en el último minuto, Mejía provocó un segundo penalti. Osses, en un acto de personalidad, lo sancionó y nuevamente Nazarit se paró al frente del portero Rafael Romo. Esta vez, el cobro fue al otro palo, al de la izquierda. El arquero llegó allá, paró el balón y el juez señaló el centro del campo.
Todo dependía de un papelito y Germán Castellanos, el delegado de Colombia, sacó la que era. |