MUJER QUE FUE SECUESTRADA POR EL ELN DURANTE 18 DÍAS EN EL 2000 CUENTA SU DRAMÁTICA HISTORIA
A mí no fue muy bien en el secuestro: conmigo jugaron a la ruleta para que les diera información, me violaron los tres guerrilleros y hasta me cortaron el ano con una cuchilla", recuerda entre lágrimas Nidia Margot. Primero la tuvieron en Honda, luego la llevaron a Caldas y finalmente la dejaron entre una bolsa en una zona rural de Antioquia. "Con un revólver me golpearon en la cabeza y creyeron que estaba muerta. Después me tiraron en unos montes antioqueños, donde me encontró el Gaula de Antioquia", afirma.
Los del Gaula la llevaron a un hospital, donde los médicos descubrieron que los guerrilleros le habían aplicado éter en las venas. Según ella, ese químico con el tiempo le causó lupus sistémico, que le afectó otros órganos y le ha ocasionado tres infartos y dos trombosis, que no le permiten moverse con facilidad.
El secuestro no sólo le dejó secuelas físicas sino también emocionales. Ella no se atrevía a contarle a su esposo que había sido violada porque le parecía terrible y esto le provocó un ataque de nervios. Recibió tratamiento psiquiátrico y más adelante duró dos años postrada en una cama por el lupus.
""País Libre" me dio ayuda psicológica y gracias a unos misioneros de la iglesia cristiana "El Encuentro" volví a confiar en Dios", dice. Para olvidar los horrores del secuestro, Margot aprendió pintura y ahora se dedica, con esfuerzo, a elaborar cuadros.
Actualmente vive en Tibasosa, dedicada a la pintura y esperando que el Gobierno Nacional le ayude para tener una casa propia. A diario toma 16 medicamentos.