Un tifón, el mayor susto

El momento de angustia más grande fue en una travesía de Osaka (Japón) a San Diego (Estados Unidos), cuando un tifón que duró dos días sacudió al Gloria "como si fuera una hoja de papel".

"Los cadetes rodaban de un lado a otro en la cubierta y le pedían ayuda al de allá arriba. Uno que no obedeció la orden de gatear por donde se podía transitar, se estrelló contra la mampara y se fracturó los brazos. Las velas se rifaron (rajaron) y se perdieron dos botes a pesar de estar bien trincados (amarrados).
¡De cosa salimos vivos!"

En el Gloria 'Jefe Blacho' tuvo sitios especiales, como la pequeña sala donde se sentaba a leer y a conversar con sus amigos y con Dios, que llamó 'el rincón marinero'.

En ese punto fue donde pudo soportar la tragedia de 1997, cuando estando en el puerto de Shangai (China), en la primera de las dos vueltas al mundo que dio con el Gloria, murió su hija de 22 años por un accidente de tránsito en Cartagena.

Muchas veces pensó en tirarse al fondo del océano, pero la oración fue más fuerte que el dolor en esos interminables seis meses que demoró en regresar. Supo entonces que esa era la realidad de la vida que había escogido, en la que a veces no se ve nacer ni morir a los hijos y valoró más la grandeza de su esposa, que sola soportó la tragedia.

A pesar de esto 'Jefe Blacho' dice que al Gloria le debe la vida, y como todos los que han pasado por el buque insignia de Colombia en estos 40 años de historia, celebrará el próximo martes el nuevo aniversario.

No olvida que allí se han formado los marinos del país y que allí han vivido quizás sus más grandes aventuras.