Sus características más reseñables son dos guitarras con gran distorsión y con numerosos efectos, una batería muy seca y característica y un bajo que tiene gran protagonismo y técnica, y unas letras que en su mayoría hablan de problemas personales y sociales que afectaron en la vida de Jonathan Davis. Se pueden encontrar diferentes mezclas de sonidos que generan climas bastantes ásperos como en canciones como "Faget", o cierto sadismo en entonaciones de Davis en canciones como "Daddy".
Consiguió vender más de 3 millones de copias por todo el mundo y consiguió el puesto 72 del Billboard de 1995 con este disco debut. "Shoots And Ladders" fue nominada en 1997 al premio Grammy a la Mejor Actuación de metal.