De acuerdo con el ingeniero de masterizado
Ian Sheperd, el nuevo álbum de
Metallica,
Death Magnetic, viene con un grave problema sonoro; ha sido comprimido —en la acepción acústica del término— tanto como es posible comprimir el audio.
Como parte de la
loudness war, se ha diseñado este tipo de compresión para hacer que la música suene lo más fuerte posible a expensas del rango dinámico —la diferencia entre la muestra más intensa y la más suave—. Se utiliza una tecnología similar en los anuncios en televisión, tratando de obtener la mayor ganancia a través del volumen. Es el motivo por el que los anuncios siempre suenan más fuerte que los programas de la tele.
Sin embargo, según Sheperd, el problema va más allá de la compresión. Afirma que de hecho algunas partes sufren distorsión en forma de
clipping digital. «Como puede verse» escribe «la versión CD en el gráfico de abajo ha sido salvajemente comprimida, limitada y recortada, y suena masivamente distorsionada como resultado». Un análisis posterior muestra que el CD suena al menos 10 dB más fuerte que la versión en
Guitar Hero, de forma que suena aproximadamente el doble de fuerte al oído. Es lo que se llama compresión excesiva.
El análisis de audio de Sheperd —arriba, cortesía de MusicRadar utilizando el editor de audio para
Linux Audacity— demuestra gráficamente la brutal naturaleza de la compresión del audio aplicada por los ingenieros de
Metallica a la versión CD del disco, comparándola con una grabación del
videojuego Guitar Hero . Dicha versión, con solos extendidos de
James Hetfield y
Kirk Hammet, está disponible junto con el juego como
descarga al precio de 18 dólares.
De acuerdo con este análisis, cualquier audiófilo hará mejor en grabar la canción del
videojuego que comprando el disco, dado que la versión del
videojuego tiene una mayor calidad, más rango dinámico que la versión hipercomprimida del CD.
Sheperd refiere a un comentario en un foro sobre
Metallica que parece contener una nota del ingeniero
Ted Jensen de Sterling Sound, la empresa que ha masterizado el disco.
«Me agrada tu empática reacción» dice la nota «dado que me tengo que machacar la cabeza contra ese muro cada día. En este caso, las mezclas vinieron ya machacadas antes de llegar aquí. Yo nunca habría saturado el audio en la manera en la que nos llegó.»
«Créeme que no estoy orgulloso de que nos asocien con este ejemplo, y sólo esperamos que algo bueno salga de aquí, por ejemplo una rebelión contra esta forma de procesar el volumen.»
Si esto es cierto, y Jensen, quien aparece en los créditos como masterizador del disco, ya recibió las mezclas en ese estado, parece que las culpas deben caer en los ingenieros que mezclaron el álbum antes de enviarlo a las dependencias del masterizador; identificados como
Chris Vinnicombe de MusicRadar y
Greg Fidelman y
Andrew Scheps. Aunque la última culpa recae en la carrera establecida por ser el que suena más fuerte con independencia de la calidad
musical.
Sheperd enlaza con una entrada en el foro de
Metallica que dice que la banda nunca estuvo presente, ni durante la mezcla ni durante el master. El usuario Hetfield19 afirma que habló con James Hetfield por teléfono, quien le dijo que «las cosas están saliendo bien. Van a mezclar mientras estamos en Europa, y espero que salga... Bueno, es que no lo hemos hecho nunca, siempre hemos estado encima durante las mezclas.»
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fans han firmado ya una petición para que el disco sea remezclado —y no simplemente remasterizado—. Por supuesto, más pronto que tarde alguien se grabará tocando perfectamente la canción en el
videojuego y lo pondrá en
BitTorrent, para que la discográfica de
Metallica tenga un motivo más para cabrearse.