La segunda parte de "La Desición" se filmaría en la casa de unos ancianos los cuales representarían el ciclo de la vida, la perdida de un amor y un cocktail de emociones profundas. Por respeto a esta familia algunos de nosotros decidímos caminar por el pueblo junto con Andy el ecléctico del grupo quien serviría como "guía de turísmo". En cuestiones de segundos llegamos a una galería de arte la cual tenía como fondo musical la poesía de Silvio Rodríguez denotando el ambiente bohemio del lugar, de ahí nos dorigímos hacia un restaurante que tenía como pisos, cientos de fósiles. Pero, ni siquiera tanta belleza se compararía a nuestro siguiente punto "turístico" el cual era una casona que sirve como hotel en este momento, pero que en el pasado sirvió como la residencia del virrey de estos pagos, cada habitación se encuentra decorada con muebles de época, lo que era la cocina es ahora un comedor familiar. Todo esto rodeado por paredes que emanaban un aroma a humedad, a historia penetrante.
Las esquinas guardaban secretos e iconos y el bosque nos guiaría hacia una piscina compuesta de piedras con agua surgente donde en su tiempo se bañaba el virrey y su esposa ¡Qué historia había ante nuestros ojos! Tal experiencia se la agradeceré para siempre a este bajista.
Pero como las agujas del reloj no paraban de moverse nuestros pies tenían que trotar hacia los demás Ekhymosis y nos tuvímos que ir con la promesa interna de que algún día este pedazo de historia y yo nos volveríamos a ver.
Cuando nos re-encontramos con los demás ya estaban listos para rodar la tercera y última parte del video en el cementerio el cual simbolizaría la perdida del amor y el comienzo de una nueva vida, el anciano mirando a una tumba y una niña que toma cariñosamente la mano de éste jalándola y llevandoló por otros caminos, con esto llegamos a la culminación del video, aplausos, lágrimas, sonrisas y el comienzo una ves más de una lluvia hechizadora, eran las cuatro y ya volvíamos a Bogotá, para el comienzo de la última etapa de esta encantadora aventura.
Huuuuy, suena el teléfono, miro el reloj son las cinco de la mañana ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¡Quién me llama!!! "Buenos díaaaas" escucho a Luís (producción) quien ya estaba más despierto que un gallo al salir el sol. Ya todos estaban listos para batallar en la ciudad de Bogotá, yo recién estaba tratando de cordinar mis primeros pasos cuando respire el aire de una mañana de ciudad, entre garua y un cielo color gris burgues el Ekhymovil nos transportó hacia un místico lugar el cual sería escenario de el tercer y último video a rodar, se trataba de "Los Traidores", canción llena de energía y puro rock.
La primer escena, un teatro en medio de una reconstrucción, cemento, fierros, arena y vibra...
Los protagonistas, Juanes, Andy, Tobi y Jose... Ekhymosis. De co-protagonistas el señorial y bondadoso café colombiano, posion que poseedora y mi salvación.
Con pecado a sonar super favorable, el video comenzaba a ser increíble, el director se movía al compás de los acordes que salían de la boca de Juanes, la letra con un mensaje a la escordia, la hipocresía de la sociedad, del gigante que siempre se quiere comer al pequeño como si tuviera derecho, del que se la cree que el poder es todo y durante el día te aplasta y a la noche se vuelve una rata mientras que el pequeño lo enriquece, se sacrifica y vive una vida noble. Todo esto en los acordes de un rock colombiano, el rock de Ekhymosis.
Por la tarde se grabaría el resto en el medio del centro de Bogotá a las cinco de la tarde, la escena era prometedora.
Por ahora, Ekhymosis y las que les escribe iría a tratar de relajarse un poquito, desayunar algo y aprovechar a que el resto de mi, se encontrara con Marcela la cual todavía se recuperaba de el primer día que piso Colombia.
Ya se acerca la hora cero. Para el video se requería de una persona que representara al "traidor" al que lo tiene todo y mira a la gente despectivamente, de repente se ve llegar a una persona que mide casi dos metros, con traje, sombrero y una mirada tajante, un pachuco si estuviera en el este de Los Angeles, un malebo si caminaba por las calles argentinas o uruguayas, perfecto para el papel, un actor de aquellos que con solo mirarlo ves la escuela que posee.
Todos a las super vans para recorrer las calles bogotanas y descubrir una vez más que sí, Bogotá tiene unos de los peores problemas de tránsitos que existen en el globo terraqueo.