Los mitos acerca de la comida son creados por la ciencia obsoleta, por los cuentos de las viejas amas de casa, y un poco por las creencias. Estos mitos siguen entre nosotros porque nos resultan familiares. Pero de vez en cuando, es bueno que le dé otra mirada a esa información que usted cree que es verdadera y que cambia con el tiempo. ¿Cuántos de estos mitos comunes son todavía parte de su vida cotidiana?
-Ciertas comidas pueden quemar grasas.
¡EQUIVOCADO!
Según el “efecto calórico negativo”, el acto de masticar y digerir ciertas comidas quema más calorías de las que tiene la comida misma. Los pepinos, el apio y los pomelos están en los primeros puestos de la lista de comidas que se rumorea tienen valor “calórico negativo”. Sin embargo, aunque parezca que gasta mucha energía masticando, en realidad, masticar consume solo unas 11 miserables calorías por hora. Las comidas bajas en calorías y altas en nutrientes con seguridad lo ayudarán a perder peso, no porque generen calorías negativas sino porque está masticando eso en vez de galletas, papas fritas y dulces.
-Es mejor ingerir seis pequeñas comidas que tres abundantes.
¡INCORRECTO!
Mientras la comida que elija para todo su día sea sana y no muy alta en calorías, cualquiera de estos estilos de alimentación funciona. Hay mucha gente que prefiere comer más volumen con menor frecuencia por sus agetreadas agendas o por su abundante apetito. Si esto es lo que le pasa a usted, sólo asegúrese de controlar sus calorías diarias y trate de no pasar más de cuatro o cinco horas sin comer. Si lo hace, puede bajar su nivel de azúcar en la sangre, lo que a su vez genera un bajo nivel de energía, dolores de cabeza, y la tendencia a comer demasiado porque se siente débil. Tenga a mano pequeños tentempié, tales como frutas, yogures dietéticos o una bolsa de zanahorias pequeñas, en caso de que llegue tarde al almuerzo o la cena.