Son
La palabra Son proviene del
latín Sonus, que quiere decir sonido agradable producido con
arte. Por su propio significado este término ha estado desde siempre ligado a la música. El Son vallenato propiamente dicho, tiene una cuadratura de compás de dos por cuatro, y es un cantar de ancestro
mulato sin que esté libre de la influencia indígena, pues esto no es posible en una música en donde toda la estructura autóctona es de esta estirpe. Una característica esencial en la ejecución de este aire es la prominente utilización de los bajos del acordeón en la interpretación de cada pieza, tanto que los bajos pueden ser más notorios que la misma melodía emitida por el teclado, principalmente en los acordeoneros de las nuevas generaciones.
El Son tiene una marcación en los bajos de uno por uno muy marcada, sobre todo en intérpretes sabaneros o de influencia bajera – viejo Bolívar -; a diferencia de los acordeoneros de la provincia, quienes interpretan el Son más fluido, menos marcado, más sutil y le dan una marcación de bajo de uno por dos y de dos por uno, en ocasiones.
Como el Paseo, los Sones son una especie de
crónicas en donde la singular narrativa del cantor deja plasmados los acontecimientos de su existencia, particularmente en esta especie se representan
dramas nostálgicos que han constituido parte importante en la vida del autor