En casa del veterinario suena el teléfono a la una de la mañana:

"¿Sí?", contesta aturdido el experto.

Detrás de la línea, se escucha la voz de una anciana:

"¡Por favor, necesito su ayuda: mi pobre Fifí, que es una perrita preciooosa, está... Eh... Siendo apareada por un enooooorme pastor alemán! ¡Es horriiiible, parece que se han quedado atascados o algo así, y mi pooobre Fifí está aullaaaando de dolor! ¿Podría usted hacer algo?"

"Grrrmmfs... Mire, ¿por qué no cuelga el teléfono, después lo pone al lado de una oreja del pastor alemán y yo la vuelvo a llamar en un minuto?"

"¿Pero eso bastará para separarles?"

"¡Señora, el mismo truco acaba de separarme a mí de mi esposa!!!"