Las fiestas y after party de los jóvenes en el país ya no solo combinan drogas alucinógenas, sino verdaderos cocteles que más parecen salidos de una farmacia para deprimidos o victimas de severas gripes.
Es la conclusión, los toxicólogos caleños tras conocer que las drogas plásticas, comenzaron a superar el consumo de sustancias fuertes como marihuana, cocaína y heroína entre los jóvenes rumberos.
Ahora se estimulan con un diazepam y alcohol, pero también con "antigripales".
Las farmacias de Cali, según el Médico Jorge Quiñónez, son verdaderamente tomadas por jóvenes que compran casi todo el suministro de antigripales.
Especialmente aquellos que tienen efedrinas o seudoefedrinas, sustancias que causan entre las víctimas de la gripe ciertos estímulos que les permiten pasar un mínimo de doce horas sin los síntomas de la enfermedad.
Los jóvenes las emplean en sus fiestas como verdaderos cocteles y, los más aventajados, aprovechan las sustancias estimulantes para producir hasta éxtasis, explicó.
Los rumberos las emplean porque amplifican el sistema sensorial, permitiendo que un sonido sea captado con más fuerza y los colores con más viveza. También los usan como estimulantes, pues mejoran las condiciones de motricidad de quienes las consumen.
Además no dejan ojos rojos, no generan olores, ni humo, como si lo hacen las drogas alucinogenas, afirmó el Médico Quiñónez, quien dirigió la línea toxicológica del hospital Universitario del Valle.
Quizás por esas circunstancias sean mucho más grave de detectar y de tratar, porque a los centros asistenciales llegan jóvenes intoxicados, no con una, sino con varias drogas que simplemente tomaron como antigripal, o del botiquín de la mamá para una depresión, y hasta del recetario de la abuelita enferma de cáncer.
"Usan los jóvenes verdaderos cocteles que también involucran sustancias para limpiar computadores como el Dush, que generan problemas en el sistema circulatorio y que pueden ocasionar la muerte, simplemente porque dejan sin irrigación sanguínea el cerebro y porque su efecto es de unos segundos, por lo que genera adicción, que termina en un centro de urgencias", relató el toxicólogo Jorge Quiñónez, quien alertó a las autoridades sanitarias frente a éste fenómeno de los cocteles convertidos en estimulantes mortales para la rumba.