-Kanzeon-Exclama con sorpresa la Princesa de la Vanidad.
-Principado de la vanidad, Aleja, dígame, ¿A que los ha enviado el supremo Satánico a este mundo?-Pregunta Kanzeon
-Valla que eres Vanidoso, Principado de la lujuria, Me preguntas como si debiera responderte..
-No, era solo curiosidad, antes de que fueras destruida-Diciendo esto uno pequeños cuernos salen en la cabeza de Kanzeon.
-Asi que te muestras tal y como eres, ¿solo esos pequeños cuernos son tu verdadera apariencia demoniaca? Te mostrare como luce un verdadero demonio puro como yo, y te destruiré-Diciendo esto unos enormes cuernos salen de su frente, su cuerpo crece y toma la forma de un terrorífico y enorme pavo real, enormes plumas de oro cubren su cuerpo.-Esta es mi verdadera forma Principado de la Lujuria, es majestuosa, obsérvala bien pues es lo ultimo que veras traidor del infierno. ¿Que?¡¡.
Donde Antes había un Kanzeon ahora hay cientos, cada uno igual al otro, cientos de demonios que rodean a Aleja, Principado de la Vanidad.
-Esta es mi verdadera forma demoniaca Princesa Aleja, Una vez la libero todos los demonios que he absorbido, Todas mis miles de personalidades salen de mi interior, cada una con el mismo poder y conocimientos, lo único que varia es la personalidad-Al decir esto cientos de Kanzeon señalan con sus dedos índices el enorme pavo real, chasquean sus dedos y la terrofica imagen de Aleja se convierte en un montaña de fuego de muchos colores, los gritos ascienden al cielo, es la imagen del sufrimiento, Los cientos Kanzeon observa sin inmutarse el terrible espectáculo.
Aun en su suplicio la princesa de la vanidad esta dispuesta a luchar, miles de sus plumas salen disparadas en todas direcciones, filosas cual navajas traspasan todo lo que se encuentra a su paso, las pocas mujeres que sobrevivieron a la lucha entre ellas, y al fuego de Kanzeon, ahora caen bajo el poder de las cuchillas, al igual que muchas de las replicas exactas de Kanzeon, sin embargo por cada una que cae surge otra contra la cual las cuchillas son inutiles.
Los dedos de cientos de Kanzeon vuelven a chasquear, Aleja lanza un último grito, sus plumas se convierten en cenizas.
Anais se acerca lentamente al cuerpo aun vivo de Aleja, Hace una pequeña herida en su mano.
-¿Que haces?¿Que eres?-Pregunta la agonizante demonio
-Sufres solo porque no aceptas el dolor de tu existencia, eso te hace débil, No tiene poder sobre mi ni sobre mi maestro porque ambos comprendimos que la vanidad y la dignidad no son lo mismo, que existe honor en la humildad, mi maestro desea hablar con Dios-Diciendo esto Anais deja caer una gota de su sangre sobre la boca de aleja, el cuerpo de Aleja arde en llamas, de las llamas cual ave fénix, se levanta un Kanzeon que desaparece junto con todos los demás Kanzeon.
-Anais vamos por los otros cinco príncipes-Diciendo esto Kanzeon y Anais desaparecen.