Juan trabaja en una fábrica de pepinos encurtidos.
Lleva trabajando alli bastantes años hasta que un dia llegó a su casa y le confesó a su mujer que tenia una terrible compulsión.
Tenia unas tremendas ganas de meterle el pene a la cortadora de pepinos.
Su mujer le recomendó ir a un terapeuta sexual para superarlo, pero el decidio superarlo por si mismo.
Al cabo de unas semanas, Juan llegó a su casa totalmente destrozado.
Su mujer advirtió que algo no andaba bien y le preguntó que habia pasado.
-¿Te acuerdas que té conté que tenia unas terribles ganas de meterle el pene a la cortadora de pepinos?
-Si Juan, ¿ No lo habras hecho?
-Si cariño no pude frenarme
-Dios mio Juan ¿Y que te ha pasado?
-Me han despedido
-No, ¿ me refiero a que ha pasado con la cortadora de pepinos.
-Aahhh, a ella también la despidieron.