Varios meses después de este retorno la banda pasaría a llamarse Radiohead, tomando el nombre de un título de una canción de los Talking Heads. Tras conseguir un contrato con EMI, el grupo publicaría su primera grabación en disco, el EP “Drill” (1992), del que solamente se realizaron 3000 copias.
El conjunto de canciones incluían primeras versiones de “Thinking about you baby”, “You” o “Prove yourself”. El mismo año apareció el single “Creep”, un tema que en principio pasó inadvertido para el gran público, pero que un año después, coincidiendo con la publicación de su Lp debut, “Pablo Honey” (1993), y la promoción del sencillo en las radios americanas, logró conseguir excelentes resultados en ventas en todo el mundo.
Sus siguientes singles, con sonidos de rock alternativo, serían “Anyone can play guitar”, “Stop whispering” y “Pop is dead”, canción no recogida en el álbum “Pablo Honey”, un Lp producido por Sean Slade, Paul Q. Kolderie y Chris Hufford, que comenzaba a mostrar sus primeras deudas sónicas (R.E.M., Nirvana, Smiths, U2), esbozos de sus venideras y más complejas composiciones y unas líricas impregnadas de un énfasis emotivo de tonalidad agridulce.
Tras el EP “My Iron Lung” (1994), Radiohead publicaron “The Bends” (1995), un magistral disco co-producido por John Leckie que consiguió llamar la atención de la crítica internacional por la maduración de su sonoridad, una penetrante hondura emocional en su autoría atormentada, inspiradas texturas y riqueza en estructuras, características encontradas en sobresalientes temas como “The Bends”, “Just”, “My Iron Lung”, “Black Star”, “Bones”, “Fake Plastic Trees” o “High and Dry”.