Para algunos una de las bandas claves de finales de los años 90 y comienzos del siglo XXI, por su sugestiva capacidad de composición experimental, que bebe de fuentes sonoras como Pink Floyd, R.E.M., Joy Division, Smiths o Nirvana y mantiene un resuello independiente que evita la trivial comercialidad, originando singulares desarrollos y texturas dentro de la clásica estructura pop y una inventiva lírica para crear deprimentes, taciturnas y afligidas atmósferas, en narraciones distinguidas por la emocional vocalidad de su líder Thom Yorke.
Para otros un conjunto sobrevalorado, con música derivativa y autocomplaciente, cuya carencia de habilidad instrumental se solapa con el auxilio de la experimentación sónica, la incisión atmosférica y la recurrencia de historias de desazón y angustia que rezuman artificio.
Lo cierto es que la música de Radiohead provoca admiración y controversia, influyendo notablemente en una nueva hornada de bandas, especialmente tras la aparición de sus obras cumbres, “The Bends” y “OK Computer”.
Radiohead, formados a finales de los años 80 por el cantante y guitarrista Thom Yorke (nacido el 7 de octubre de 196
, los guitarristas Ed O’Brien y Jonny Greenwood, el bajista Colin Greenwood (hermano mayor de Jonny) y el batería Phil Selway, iniciaron su trayectoria en Oxford, ciudad inglesa en la cual varios de sus miembros se habían conocido durante su etapa estudiantil.
El primer apelativo de la banda sería On a Friday, nombre derivado del día en el que solían reunirse para ensayar. Tras un período en el cual se ocuparon principalmente de sus estudios universitarios, el quinteto retornaría a dinamizar el grupo a comienzos de la década de los 90.