Gordo alemán se sentó sobre su flaquita esposa y la mató




Un chofer de micro alemán de 50 años y 128 kilos no encontró nada mejor que terminar una discusión con su señora aplastando la frágil humanidad de la mujer de 63 kilos.
El guatón abusador confesó durante el proceso que empujó a la víctima y luego se sentó encima sin la intención de matarla. "Perdí el equilibrio y la aplasté", se defendió.
La mujer sufrió la fractura de 18 costillas y murió dos semanas después tras una dolorosa agonía como consecuencia de graves heridas internas, según certificaron los peritos que estudiaron el caso.
El tribunal de Hildesheim atendió la solicitud de pena hecha por los fiscales y condenó al micrero a cinco años de cárcel por "graves lesiones físicas con consecuencia de muerte".
La defensa argumentó que el asesino cayó de manera accidental sobre la mujer, pero quedó con cuello ya que no le dieron libertad condicional.
La fiscalía hizo pebre el argumento de la caída. Un perito certificó que el marido debió estar por lo menos dos minutos sentado encima de la mujer para causarle tan graves lesiones.
El juez que presidió la vista, Ulrich Pohl, explicó que lo sucedido tenía su origen en la descompuesta relación matrimonial, en la que el hombre maltrataba sistemáticamente a su mujer.
Tras ser aplastada por el guatón la mujer tardó varios días en acudir a urgencias, donde sólo se le diagnosticó la rotura de tres costillas y altiro la dieron de alta.
El tribunal también consideró que el médico que la atendió no realizó un diagnóstico correcto, ya que los peritos pudieron reconocer en las imágenes de rayos X a primera vista más de una docena de fracturas, por lo que debía haber sido ingresada inmediatamente.
"Fue una agonía tortuosa que se alargó semanas," subrayó Pohl durante la lectura de la sentencia.