La comunicacion social para la prevencion del sida
El Sida no conoce edad, sexo, raza, idioma y no hace diferencia social. En nuestro país sigue creciendo ante la indiferencia de la comunidad que hace negación a la enfermedad.
Las acciones de prevención por parte del Estado se han quedado en buenas intenciones debido a la falta de dinero; la pobre efectividad de las campañas educativas masivas y la falta de continuidad de los programas de educación para la salud, exponen a la comunidad a la desinformación y a los múltiples factores de riesgo.
Las campañas de publicidad se han transformado en gran parte del mundo en un emblema de la lucha contra el Sida, palabra universal que recoge la preocupación mundial que existe en torno a este mal. El bajo nivel de conocimiento sobre las vías de transmisión de la enfermedad y las medidas de precaución en la población colombiana demuestra la poca penetración y efectividad que han tenido los mensajes, lo que permite presagiar una dura realidad…. en Colombia los casos nuevos de Sida siguen aumentando.
En Cali, en el programa conjunto de la Corporación de Lucha Contra el Sida, las Secretarías de Salud Departamental y Municipal y el Hospital Universitario del Valle, se diagnostican cada día 4 nuevos casos, especialmente en poblaciones jóvenes.
Hablar del Sida es hablar del sexo, pero lastimosamente hablar de la educación sobre el Sida y sobre la salud sexual es un tema que provoca controversia en todo el mundo. El temor que ejerce hablar de educación en materia de salud sexual se concreta en el miedo a que motive las relaciones sexuales tempranas, situación que se refleja en el Sida que es cada día más joven, más pobre y más femenino.
Desde mediados de los noventa el Ministerio de Salud inició una fuerte campaña para la prevención del Sida en Colombia, caracterizada por los recordados pollitos, “Sin condón ni pió”, para la cual se invirtió mucho dinero para poder sostenerla en los medios, siendo tal vez esta la mas impactante y recordada por los colombianos. Hoy son muchos los esfuerzos publicitarios hechos por entidades del estado y organizaciones privadas y diversos los mensajes enviados a la población para advertir sobre los caminos que llevan a contraer la enfermedad, sin lograr ningún impacto positivo, ya que los escasos recursos y la poca claridad en los mensajes hacen que fracasen.
En muchos casos las imágenes son fuertes, desinhibidas, y van directo a las causas que ocasionan esta enfermedad, pero lastimosamente ninguna ha tocado la sensibilidad de la población que se cree libre del problema argumentando que nunca lo tocara a él ni a su familia porque el Sida es problema de otros.
Ante la negación de una realidad que nos toca a todos solo queda promover la aparición de esa campaña ideal, esa que de sólo mirarla nos lleve a evitar todas las conductas de alto riesgo y a romper la percepción colectiva que se tiene del riesgo.
En un mundo moderno la globalización de la información y la inmediatez de las culturas, permite vender nuevos estilos de vida verdaderamente peligrosos, este instantáneo contacto cultural puede ser el inicio de una guerra, donde cada individuo debe prepararse para dar la batalla de la prevención, por esa razón, las campañas contra el Sida deben ser cada día más fuertes, más obvias, mas directas; “Al Sida se le debe desnudar para tratar de detener su avance en la población”.
Que el sida no siga discriminando...
Contra el miedo, los prejuicios y la discriminación, la práctica de la solidaridad es fundamental. El Sida es una enfermedad, son derechos de los infectados y obligaciones de todos.
* Nadie tiene derecho a restringir la libertad o los derechos de las personas por el único motivo de ser éstas personas que conviven con el VIH, cualquiera sea su raza, nacionalidad, religión, sexo u orientación sexual.
* Ninguna persona que vive con el VIH será sometida a aislamiento, cuarentena o cualquier tipo de discriminación.
* Toda persona que convive con el VIH tiene derecho a la participación en todos los aspectos de la vida social. Toda acción que tienda a apartar a las personas que conviven con el VIH de un empleo, de un alojamiento, de una asistencia, o a privarlos de ellos, o que tienda a restringirles la participación en las actividades colectivas, debe ser considerada discriminatoria y penada por la Ley.
* Toda persona que convive con el VIH tiene derecho a la continuación de su vida civil, profesional, sexual y afectiva. Ninguna acción podrá restringir sus plenos derechos de ciudadanía.
* Todas las personas tienen derecho a la información clara, exacta y científicamente fundada acerca del Sida, sin ningún tipo de restricción. Las personas con el VIH tienen derecho a informaciones específicas sobre su condición de tales.
* Nadie será sometido compulsivamente, en ningún caso, a las pruebas de detección del Sida. Estas deberán ser usadas exclusivamente para fines diagnósticos, para el control de transfusiones o transplantes o para estudios epidemiológicos, pero jamás para ningún tipo de control de personas o poblaciones. En todos los casos de análisis, los interesados deberán ser informados por un profesional competente.
* Toda persona que convive con el VIH tiene derecho a comunicar su estado de salud o el resultado de sus análisis sólo a las personas a las que desee hacerlo.
* Nadie podrá hacer referencia a la enfermedad de otro, pasada o futura, o al resultado de un análisis para el Sida sin el consentimiento de la persona interesada. La privacidad de la persona infectada por el VIH deberá estar asegurada por todos los servicios médicos y asistenciales.
* Toda persona que vive con el VIH tiene derecho a la asistencia y al tratamiento, suministrados ambos sin ninguna restricción y garantizando su mejor calidad de vida.
* Todas las personas tienen el derecho a recibir sangre y hemoderivados, órganos o tejidos que hayan sido rigurosamente analizados y comprobada en ellos la ausencia del virus del Sida.