Un viejito pensaba que su esposa de muchos años se estaba quedando sorda. Llamó a su doctor y sacó un turno para que le hicieran un chequeo del oído.
El doctor le dijo que solo podría atenderla en dos semanas, y que mientras tanto el esposo podría hacerle una prueba sencilla e informar para poder darle al médico una idea de la magnitud del problema:
-Esto es lo que quiero que haga. Empiece como a 40 pies de distancia de ella y háblele en voz normal, a ver si lo oye. Si no, acérquese a 30 pies, 20 pies, y así sucesivamente hasta que le conteste.
Esa noche ella está en la cocina preparando la cena, y él está en la sala
y piensa: "Estoy como a 40 pies de distancia. Deja ver qué pasa".
-Mi amor, ¿qué hay de cenar?. No hay respuesta. El se acerca como a 30 pies.
-Mi amor, ¿qué hay de cenar?. Nada. Va para el comedor, como a 20 pies.
-Mi amor, ¿qué hay de cenar?. Nada. En la puerta de la cocina, a 10 pies.
-Mi amor, ¿qué hay de cenar?. Todavía nada. Entonces se para detrás de ella.
-Mi amor, ¿qué hay de cenar?. Ella se da vuelta y le grita:
-¡¡¡¡¡Por quinta vez viejo guevon , te he dicho que POLLO!!!!!