La explicación oficial de que lo hizo el morro del avión es imposible entre otras cosas porque el morro no esta ni siquiera hecho de metal si no de fibra de carbono y mide 3,50 de diámetro.
Por el contrario los orificios presentan todas las características de ser debidos a un misil con cabeza penetrante.
Por supuesto están los testimonios de los bomberos que estaban allí y no vieron ningún avión como su propio jefe declaró inicialmente. Pero poco después su testimonio cambió… o se lo hicieron cambiar.
Están también los testimonios de la gente e incluso los de los periodistas que se hallaban sobre el terreno que no vieron ningún avión o vieron “algo que se parecía a un pequeño avión” o “algo que sonaba como un misil”.
Es inevitable preguntarse cómo es que se pudo identificar a las víctimas por pruebas de
ADN hechas sobre los restos de cuerpos y partes de cuerpos que dicen haber encontrado en el Pentágono. La evidencia ofrecida por el gobierno es que estos restos fueron suficientes como para confrontar los
ADN de cada pasajero o tripulante con las listas de pasajeros de los aviones o de la tripulación.