Un gran sentido pésame a las familias de las víctimas del accidente aéreo, en el corazón de cada uno de nosotros debe haber un sentimiento de solidaridad hacia las familias de las personas que desde el día de ayer no van a volver a tener consigo sus seres queridos. Que Dios les de fortaleza y los ayude a superar y a vivir con el dolor más grande que hay en el mundo que es el de perder un ser querido.
Que Dios los reciba a todos en su gloria Y les conceda resignación a los que se quedan.