Ante todo es necesrio puntualizar que, según los registros históricos, el Tao es una filosofía China con más de 4.000 años, pero incluso en China se conoce muy poco sobre ella ya que los taoistas llevaban a cabo sus prácticas en el más profundo secreto; y no porque estas fueran peligrosas, sino porque un aspecto muy importante de su autocultivo consistía en retirarse de la sociedad para poder desarrollar un punto de vista radicalmente diferente al de la mayoría. Así, los taoístas desarrollaron durante siglos un sistema sumamente eficiente y coherente de prácticas dirigidas a aprovechar todo el potencial humano, entre los cuales estaban las prácticas sexuales.
Emperadores y Emperatrices consultaban a los maestros para aprender los fundamentos de la práctica sexual, y no sólo con vistas a incrementar el placer en sus relaciones, sino más específicamente para conseguir el ideal chino de tener una vida más larga y saludable.
Desde tiempos antiquísimos, el manejo de la energía sexual ha estado asociado en China con alta vitalidad, agudeza mental, salud vibrante, magnetismo personal y la habilidad de prolongar la vida más allá de sus límites ordinarios. Pero contrariamente a la creencia popular, las prácticas sexuales taoístas no son una disciplina independiente sino que están consideradas como una rama más de un gran árbol, cuyo tronco central es la meditación para calmar la mente.
El reciclaje de la energía sexual requiere que el practicante haya desarrollado la habilidad de sentir cada parte de su cuerpo y el movimiento del Chi a través de los meridianos.
Sin esta habilidad para sentir la energía, no hay práctica taoísta y se es energéticamente ciego e incapaz de determinar cuando la práctica debería cesar o incrementarse.
El riesgo de trabajar sin esta seguridad puede causar que la energía se estanque en la parte superior del cuerpo y provoque efectos indeseables como jaquecas, insomnio, arritmias, presión alta, o ruidos en los oídos.
Reciclar la energía sexual es tan sencillo como mover la energía acumulada en los genitales, que se desplaza al sistema nervioso y a los distintos órganos. Sin embargo, para ejecutarlo el practicante debería ser capaz de conducir dicha energía de forma segura. El recorrido energético en los seres humanos es una combinación de meridianos que ascienden a través de la médula espinal desde el perineo y descienden desde el pecho nuevamente al perineo. Este camino circular ha recibido una diversidad de nombres y en Occidente es conocido como Órbita Microcósmica. Cuando esta autopista está obstruída la energía se deteriora y falta energía.
Los practicantes de la Doctrina descubrieron que la energía sexual que se expresa en el esperma y la ovulación está compuesta de la esencia de cada uno de los órganos vitales, el sistema nervioso, las glándulas, el cerebro y los huesos.
La energía sexual es el resultado del esfuerzo conjunto del cuerpo en su globalidad. Si nuestros órganos están congestionados por emociones negativas, la energía sexual manifestará esa misma condición.
No todo consiste en ser capaz de realizar determinados ejercicios respiratorios o manejar con habilidad algunos músculos.
Presta atención:
Según el Tao, la mujer da cinco señales mediante las cuales expresa su satisfacción durante el coito y la relación sexual en general.
El hombre debe estar versado en el Tao del Sexo para poder interpretar correctamente las señales de la mujer y así actuar de acuerdo con ellas.
La primera señal que da una mujer es que su cara se enrojece y sus orejas se ponen calientes. Esto indica que los pensamientos de deseo se han empezado a encender en su mente. Es en este momento, en que el hombre puede iniciar la cópula, eso sí cuidándose de no penetrar demasiado para no maltratar a la mujer, y a la vez debe estar pendiente de las demás señales.
La siguiente señal es que la nariz de la mujer se pone sudorosa y los pezones se le empiezan a endurecer. La lujuria ya está encendida en ella, y es en este momento en que la punta de jade (punta del órgano sexual masculino) puede avanzar por las profundidades del valle apropiado, es decir aproximadamente doce centímetros y no más profundo.
La tercera señal consiste en que la voz se torna más dulce y delicada, y al mismo tiempo se percibe en la garganta femenina cierta sequedad o ronquera. Esto apunta a un incremento de la lujuria. Los ojos de ella estarán cerrados, y la lengua se asomará, mientras ella jadea notablemente. Ahora sí, el hombre puede avanzar libremente con su tallo de jade, y poco a poco se irá alcanzando el éxtasis.
La siguiente señal es que la "bola roja" o vulva de la mujer estará completamente húmeda, su deseo alcanza un pico y no se detendrá en manar lubricante. El pico de jade del hombre debe alcanzar el "valle de dientes de agua de castaño" que se refiere a cinco centímetros de profundidad, y es cuando se aconseja que él utilice el método de moverse una vez hacia la derecha y una vez hacia la izquierda, alternando velocidades.
Por último, cuando el "loto dorado" -esto es el pie- se alce por encima de las caderas masculinas tratando de asir el cuerpo del hombre y fusionarse con él, el orgasmo se está aproximando. Así, la mujer rodeará con sus piernas la cintura del hombre, y asirá fuertemente la espalda y hombros masculinos en un abrazo. Su lengua se encontrará afuera totalmente. El hombre puede ahora profundizar con su tallo de jade hasta quince centímetros, y es cuando la mujer se encontrará totalmente satisfecha.
Además, hay diez indicaciones y cinco deseos que la mujer tiene y otorga para que el hombre sepa exactamente cómo y cuándo satisfacerla. Se hace la aclaración, que esto es sólo una guía y que las señales no necesariamente van a coincidir en la conducta de la mujer actual, pues hay que recordar que estas son conclusiones de estudios realizados hace miles de años, y en condiciones relativamente controladas por lo que es inevitable que existan variaciones.
CONCEPTOS BÁSICOS DEL TAO AMOROSO