Un negro iba en una carreta acompañado de un perro, cuando de repente es arrollado por un carro en forma tan violenta que el caballo quedo en estado de coma, el perro completamente fracturado unos metros más allá y el negro tirado junto a un árbol.
Se baja el conductor del carro con una pistola, se le acerca al caballo y dice: no soporto ver sufrir un animal; y le pega un tiro. Luego se le acerca al perro y procede de igual forma, cuando volteó a mirar al negro, este se levanta sacudiéndose el polvo y dice: HEE NO ME PASO NI PUTA MIERDA.