En Rosquillas me cate una veteranita que no recuerdo el nombre muy bien (creo que era Jennifer o algo así). Esa vez fue el día que unos toma trago me cagaron el polvo con una flaca que me había llamado la atención, pero que no soltaron. Ese día no estaba tan bueno el casting, me estaba quedando sin opciones para dobletiar y apareció ella. Ese día estaba muy arrecho y ansioso, una combinación que no es muy recomendable porque es cuando uno se vuelve errático a la hora de decidir. Le hable, le hice las preguntas correspondientes y pues le vi buena disposición y actitud. Le pagué la media con besos y para arriba.

Se quitó el vestido que tenía y tenía un cuerpo aceptable, es blanquita, con algo de flacidez pero nada que causará conflicto, las tetas me gustaron. Le pedí los besos y estuvieron normal, nada del otro mundo, al igual ya me tenía re parolo. En el oral también fue normal, duro un poco más de 1 minuto haciéndolo. La empece a clavar en misionero, con movimientos rápidos y vi que empezó a hacer unos gesticos de placer que me emocionaron y me motivaron a darle con más vigor. Le di unos besitos porque la vi excitada y accedió sin problema. No me había percatado que ya estaba mojadita. Le dije que se pusiera en cuatro, como estaba ansioso, sentía que ya estaba en el punto de no retorno, me tocó controlarme y darle más suave. Sin embargo, vi que siguió haciendo unos gemidos ricos. Cuando me sentí más controlado, empecé a darle con más intensidad, cuando empecé sentir el chorro en mis piernas. Está mujer se vino una delicia, nunca había tenido una vieja que se viniera tanto. De la emoción de verla venirse a chorros, empecé a darle con más intensidad y se vino unas cuantas veces. Aquí vino lo flojito del polvo, me dijo que cambiaramos porque yo la tenía grande y que le estaba doliendo un poco. Se hizo encima pero casi no se movía y empezó a decirme que si ya me iba a venir. Después de un rato así, le dije que si se ponía en cuatro de nuevo me podía venir, pero no accedió, volvió a decirme: "es que la tienes grande". Estando acostado boca arriba, me tocó con mis manos levantarla un poco para tener más espacio para clavarla y logré venirme. En líneas generales, el polvo no estuvo mal, pero cagada cuando te empiezan a restringir cuando la vaina venía bien. Charlamos un poco mientras ella se vestía, ahí fue cuando me menciono que ella es estrecha y por eso la sentía más. Y si, cuando la clave se sentía apretadita. Cuando se fue de la habitación, me percate de que había dejado severo mapa en las sábanas.