Las definiciones por penales son siempre cosa muy jodida. No importa de cuál instancia estemos hablando, y aceptemos que no es lo mismo imponerse en tiempo reglamentario (o suplementario) que en la lotería de los doce pasos. Total: el que la gana, es quien la goza.
Una nueva final del fútbol profesional colombiano, concretamente la tercera en línea desde el Clausura del año pasado, por cosas del azar, del merecimiento, vaya uno a saber, eligió el camino de los disparos desde los once metros para coronar a un nuevo campeón de la Liga Betplay Dimayor.
Y ese trayecto tan particular se alió esta noche del 13 de diciembre con el Atlético Junior, que una vez más logró llegar a la cumbre de los torneos cortos tras una apabullante demostración como local; el aporte de un Carlos Bacca en estado de gracia frente a la red más el apoyo de talentosos elementos en momentos clave, entre otras virtudes.
El cuadro «tiburón» tuvo el mérito de dejar en el camino este semestre a dos equipazos como lo fueron Deportes Tolima, primero, en las semifinales, y el Deportivo Independiente Medellín durante la instancia decisiva. Por la vereda del «poderoso» DIM, sus sufridos como fieles seguidores tuvieron que quedarse de nuevo con la ilusión de una nueva estrella. Como hace un año, precisamente, cuando su caída en el último tramo y por la misma vía de los penales, le aseguró al Deportivo Pereira un inolvidable primer título como campeón nacional.
Felicitaciones a ambos contendores por haber llegado a una finalísima que tal vez muchos no tenían proyectada hacía tan solo unas pocas semanas relativamente, cuando otros equipos como Águilas Doradas o América parecían tener una mejor pinta al inicio de las instancias definitorias. Aunque es válido destacar que el Medellín sí llegó a las semifinales con un rendimiento parejo, llegando incluso a ganar el denominado «punto invisible» que le sirvió para disputar el campeonato.
Junior con su nueva conquista, con la que iguala al Deportivo Cali en la tabla histórica de campeonatos de la Dimayor con 10 estrellas, volverá a Copa Libertadores, prende a Barranquilla con un pre-carnaval ahorita en diciembre, y confirma que no es necesario ser apabullante desde un principio para conquistar un torneo.