La disculpa: se trajo un valioso punto de Chile. Sería estupendo si la selección se hubiera encontrado con un rival en su esplendor, pero ante un equipo viviendo del pasado, con sus figuras viejas, incapaz de hilvanar ataques contundentes, el resultado es una vergüenza, máxime que se hubiera podido ganar con solvencia.

Pero eso no es lo peor. Se estuvo a las puertas del desastre porque si somos francos, Chile, con su mediocridad, merecía ganar porque fue el menos malo. Pero la fortuna estuvo del lado del desaplicado.

Este partido no se perdió por suerte y por el Var. Un balón que pega en el palo y un gol anulado por fuera de lugar son hechos contundentes que preocupan. Lo otro es que gracias a Camilo Vargas (el mejor de Colombia) el marcador quedó en cero.

Pero era Chile. Ante Uruguay y Ecuador es otro cantar si la selección se presenta con esa pobreza futbolística que le hizo ver las costuras en el Monumental. Atrás, Lucumí es importante y Mina estaba cumpliendo bien, pero los laterales, poco rendimiento. En el medio, quizás Carrascal se salva aunque no exhibió el talento del pasado partido.

Pero lo que preocupa es que adelante se tienen buenos jugadores, pero no anotan. Lucho, cercado, Santos Borré no tuvo oportunidades claras, Arias con buena voluntad y Sinisterra desperdició la única ocasión clara que tuvo Colombia en el partido.

¿Seguimos con la sequía de la eliminatoria pasada? No le anotan, pero tampoco anota. Estos dos puntos que se perdieron en Santiago ojalá no hagan falta después.

En octubre se vienen dos partidos durísimos. Se necesita cirugía de corazón abierto si se quiere seguir sumando.

Cita:

Chile y Colombia sellan un empate sin goles por la segunda jornada de las eliminatorias ‘La Roja’ contó con las mejores oportunidades y el portero colombiano, Camilo Vargas, fue la figura del encuentro Luis Díaz disputa el balón con Rodrigo Echeverría, en el estadio Monumental de Santiago (Chile), este martes. ELVIS GONZÁLEZ (EFE) JUAN PABLO VÁSQUEZ Bogotá - 12 SEPT 2023 - 22:12 COT Chile quería sumar su primera victoria en las eliminatorias luego de perder en su visita a Montevideo, y Colombia aspiraba a continuar por la senda del triunfo, tras vencer por la mínima diferencia a Venezuela en Barranquilla. La cita se fijó en el Estadio Monumental de Santiago por la segunda jornada de la competencia que define los seis, o siete, mundialistas de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). El más reciente episodio de este enfrentamiento bajo el mismo escenario, en octubre de 2020 y sin aforo por las restricciones de la pandemia, terminó en empate a dos goles y una repartición de puntos que a la larga dejó a ambos seleccionados fuera de Catar 2022. Los 10 minutos iniciales transcurrieron en calma, como si los jugadores estuvieran midiendo cada paso en un campo en condiciones tan malas que por poco se posterga el encuentro. Luis Díaz sacó el partido del letargo con una descolgada por la banda izquierda en la que lanzó un buscapiés que la defensa chilena logró repeler antes de que fuera conectado por Rafael Santos Borré. El delantero del Werder Bremen de Alemania se quedó con las ganas de celebrar su segundo gol en la competición. Con la presión alta de sus tres de arriba —Díaz, Santos Borré y Jhon Arias, que se desplazaba por todo el frente de ataque—, los cafeteros impedían que Chile saliera en limpio y organizara su juego. Pero la intensidad no duró para siempre. Pronto los futbolistas de ‘La Roja’ respondieron, adueñándose del protagonismo, y con transiciones rápidas inquietaron al arquero Camilo Vargas. Un tiro de media distancia, alrededor del minuto 12, fue un aviso del sacudón que se avecinaba. El defensa colombiano Yerry Mina tuvo que abandonar el campo, lesionado, y fue reemplazado por Dávinson Sánchez, quien milita en el Tottenham de Inglaterra. La modificación generó inquietud en el onceno visitante, que aprovecharon Benjamín Brereton, Diego Valdés y Alexis Sánchez, el tridente en ofensiva que alineó el técnico Eduardo Berizzo. Sobre la media hora de partido, Brereton anticipó un centro de Valdés, valiéndose de un resbalón del lateral Daniel Muñoz, y le dejó el balón servido al mediocampista Rodrigo Echeverría. Su disparo fue a dar al palo, cuando Vargas no tenía ninguna posibilidad de impedir el tanto, y Colombia respiró aliviada. Ocho minutos después, otra vez Brereton superó la resistencia de Muñoz e intentó asistir al ya clásico Alexis Sánchez, pero su pase iba con tanta fuerza que el ariete del Inter de Milán no logró direccionarlo a portería. Con la superioridad y dominio chileno acabó el primer tiempo. Cuando el árbitro Jesús Valenzuela pitó el reinicio, Néstor Lorenzo, entrenador de los colombianos, había dado un aire a sus dirigidos al ingresar a Jhon Durán y James Rodríguez por Borré y Jorge Carrascal, respectivamente. Si bien las nuevas caras no marcaron la diferencia de entrada, funcionó para disputarle la posesión al conjunto austral y disminuir el ímpetu de sus ataques. Una pelota quieta, sancionada por una mano de Muñoz cerca de la mitad de la cancha, terminó en un gol anulado. Setenta y ocho minutos se habían jugado y Sánchez envió el centro. Guillermo Maripán se alzó sobre todos los cuerpos que merodeaban el área. La algarabía se tomó a los aficionados que acudieron al Estadio Monumental, los extintores con humo blanco preparados para el festejo se dispararon, el defensa celebró. Pero Valenzuela, tras revisar la jugada, decretó un claro fuera de juego y ahogó los gritos. No hubo protestas. Faltando dos minutos para el cierre del encuentro, un pobre rechazo de Dávinson Sánchez en las proximidades de su propio arco fue aprovechado por Valdés. Camilo Vargas se estiró para evitar la derrota. De no ser por el guardameta del Atlas de Guadalajara, Colombia se habría ido sin puntos de Santiago y perdería el tercer lugar de la clasificación. Chile, por su parte, cerró su doble fecha de eliminatorias con el sinsabor de que pudo obtener más y entrar en la zona de clasificación. La tercera y cuarta jornada se disputarán los próximos 12 y 17 de octubre.

Fuente: El País de España