"La diligencia", clásico de los western
La historia que la hizo realidad

Cita:

Pat, el hijo de John Ford con diecisiete años de edad leyó un relato en la revista "Collier´s", de 1937. Se titulaba "La diligencia a Lordsburg". Le explicó a su padre que aquella narración, obra de Ernest Haycox, podría ser la base de una buena película. Pocos meses después, John Ford se hizo con los derechos del relato. Le encomendó escribir el guión cinematográfico a su amigo Dudley Nichols, intentando respetar en lo posible la historia de Haycox. El primer borrador del guión se llamó "La diligencia" y nadie lo cambió posteriormente. Este guión era diferente. Tenía una solidez y una estructura mucho mayor que cualquier western de la época, la mayoría eran consideradas películas de segunda categoría o de "serie B". A pesar de su innovación ningún estudio se interesó en financiar un proyecto que caminaba hacia el desastre en la taquilla. El productor, Merian C. Cooper, recomendó rodarla en color, pero el proyecto se encarecía notablemente. También pensó en estrellas de otro Estudio como Marlene Dietrich y Gary Cooper. Pero Ford tenía otra idea. En el verano de 1937, John Ford invito a un amigo a pasar un fin de semana en "El Araner", su velero de recreo. Su amigo era un actor llamado John Wayne. Ford le dio a Wayne el borrador del guión de "La diligencia" para que lo leyera. Horas después John Wayne expresó su admiración por lo que acababa de leer y le propuso a Ford varios actores para encarnar el papel de Ringo Kidd. Citó a Clark Gable, haciendo hincapié en Gary Cooper. Después de mucha conversación, y con el carácter socarrón de Ford, le dijo: "Y tú, idiota, ¿No podrías hacerlo? Quiero que interpretes a Ringo Kidd. John Wayne se quedó impresionado. A pesar de ser amigos, nunca había tenido un ofrecimiento de protagonizar un papel de ese calibre. Aceptó de inmediato. Lo que no se imaginaba era el auténtico calvario al que iba a ser sometido por John Ford durante el rodaje. El papel a John Wayne le lanzó a la fama, aunque tuvo que soportar los continuos insultos que Ford le dedicó durante el rodaje. Éste empleó esta táctica para unir a todo el equipo a favor de Wayne y evitar la posible envidia de los artistas y técnicos frente a un actor primerizo en el papel protagonista.

Fuente: Fotos de cine Clásico II