Nuestro querido presidente delira tal y como lo hizo en su alcaldía. Él no responde a razones sino a emociones. De vez en cuando se le "ocurren" ideas geniales como la del súper tren Buenaventura - Barranquilla.

Hace unos años, preocupado por el cambio climático, se imaginó que una manera eficaz de combatirlo era poniéndole paneles solares a los taxis. Así se combatiría la contaminación. También importó motos eléctricas para la policía de Bogotá olvidándose de que había que tener estaciones de carga y stocks de repuestos. Ahí quedaron arrumadas.

Y así podríamos seguir hablando de sus "genialidades" como las máquinas tapahuecos que vio en una revista italiana e importó a través de una empresa gerenciada por un actor de TV para arreglar la malla vial de Bogotá. El caos del aseo, la hora valle en TM que desfinanció el sistema son otros ejemplos.

Ahora se le ocurre que los Centros de Atención Primaria que crearía su reforma a la salud serían los locales de Drogas la rebaja. Y cree que producir vacunas es como embotellar gaseosas y propone que Vecol, la empresa productora de vacunas para animales produzca ahora para humanos de la noche a la mañana

Otra chambonería de Petro:.