La oposición de Uribe a Santos no fue solo con twitter, herramienta valiosa tratándose del político con mayor influencia en lo que va de este siglo. Igual formó un partido y con engaños (ampliamente documentados) le torpedeó el proceso de paz.

Y tan exitoso fue su oposición que eligió presidente con el fin de hundir la implementación del proceso. No lo consiguió, pero si lo ralentizó hasta el punto de que dejó huérfanos a los desmovilizados y provocó la espiral de violencia que hoy padecemos al permitir el fortalecimiento de las disidencias en territorios que debía haber ocupado del Estado.

Tan nefasta fue la absurda oposición no a Santos sino al país que el pueblo le pasó cuenta de cobro, hundió a su candidato en primera vuelta y permitió la llegada del orto extremo del ruedo político. Con razón se dice quie el jefe de campaña de Petro fue Uribe.

Respecto a la violencia que enfrentó torpemente Duque la causa fue la estúpida reforma tributaria en plena crisis económica causada por la pandemia. Petro no tiene tanta influencia. Simplemente se levantaron en todos lados los excluidos, una bomba social que estaba cocinándose desde que Uribe fue presidente.