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Denunciante Dorado
| El embargo de z-library, uno de los hechos más lamentables para mí en estos últimos días
Calificación: de
5,00 | Soyado A algunos de quienes tenemos a la lectura como hobby, compromiso o las dos nos da la rasquiñita de hallar una especie de paraíso en donde como si de degustar ambrosía se tratase, podamos saciarnos de todo tipo de textos que podamos descargar y sin pagar.
Una de las últimas webs en donde pude deleitarme con tal gracia fue espapdf, hasta que infortunadamente la cerró una orden judicial desde España si mal no recuerdo y entonces quedé huérfano de un fiel proveedor de contenidos para leer. Pasó mucho tiempo desde esta casi nefasta experiencia acaecida a este servidor cuando aquí en Denunciando, sí, en el foro más espectacular de cuantos haya en el mundo virtual el comentario de un denunciante nombraba a un sitio de descarga de libros denominado z-library. En par patadas llegué ahí y fue reencontrarme en un cielo editorial. ¿Por qué no había descubierto antes tan maravilloso lugar? ¿O acaso sí me lo había topado alguna vez y lo dejé pasar?
No importaba. Volvía a una alegría inconmensurable leyendo reseña tras reseña de libros de distintas temáticas y tipos de archivos, y descargándolos uno tras otro pegado a esa mastodóntica biblioteca virtual tal cual si fueran unas tetas apetecibles y dispuestas. Si quieren ver más de esta mujer, bien puedan pásense por acá https://www.denunciando.com/caseras-...licados-2.html (Degustable tetona de pezones umbilicados) Hasta que antier jueves en la noche el instinto me puyó para buscar más libros como lo hace cuando me dispongo a entrar en el foro, no necesariamente para bajármelos sino tan solo para escanear con el deseo las decenas, cientos de ofertas literarias ahí esperando a antojarte a manera de las inmisericordes vitrinas de un centro comercial.
Nada que podía entrar a MI z-library y pensé: ‘Mmm, debe ser que están caídos como pasó alguna vez’ y dejé de insistir sin imaginarme lo que el sucio destino me tenía preparado. O más bien, los hijuepuercas del FBI y del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Y sí, queridos amigos, acompáñenme a ver esta triste historia: un grupo de pérfidos secuaces que laboran en las altas esferas burocráticas gringas se ha confabulado para robar un pedazo de felicidad a un pobre güevón sudamericano, quien como otros millones de pobres güevones tiene gustos muy simples, demasiado simples.
Nada comparables ni en sueños a los de un mafioso ítalo-americano, un jeque emiratí o los de un lavaperros colombiano, no; este imbécil estaba la mar de contento con eso que le arrebató la malvada secta gubernamental norteamericana.
Ahora, solo queda elevar un requiescat in pace a esas horas de entrañables descargas, a ese desaparecido pequeño gran lugar de la Internet que nos acogió quizá a millones con amor pirata, un menú inigualable de obras y una membresía de honor a quienes alcanzamos a donarle una bobadita antes de su lamentable fenecimiento. ¡Gracias por tanto, Z! |
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