Respuesta: Guilty pleasure Me acordé de mi gusto por las piernas de Alejandra Guzmán. Eran de campeonato.
Me gustaba tanto que cuando era niño, a una vaca enorme y piernona que me regaló mi padre, le puse Alejandra en su honor.
Claro que me tocó luchar porque iba en contra de las creencias en el campo que consideran malo ponerle nombre de personas a los animales. |