Los votos que le llegaron fueron emocionales y no institucionales. Después del paso a la segunda vuelta de Rodolfo hubo una euforia general; los votantes de derecha (no solo los del CD) y los anti Petro lo vieron como la tabla de salvación después del desastre de Fico, pero cuando se aquietaron las aguas, los partidos tradicionales no lo apoyaron directamente y le dio rienda suelta a sus estupideces autoritarias, atolondradas y misóginas, comenzó el deslizamiento.

Alcanzó a tener un 54%, es decir, casi once millones el 30 de mayo, pero hoy, ha perdido un número importante. A mediados de semana se le habían ido casi un millón de votos y parece que a comienzos de la próxima semana, puede llegar a otro tanto, mientras el voto en blanco crece significativamente hasta alcanzar más de dos millones y medio.