Ya no corre sangre en mis venas, se siente más como vidrios.
Cuando la existencia duele, respirar es un martirio.
Vamos, que ya me he puesto la máscara, ¿dónde están los niños?
Pero, ya no es un secreto que grito y nadie viene en mi auxilio.
Esto se parece a algo que ya viví, a algo que ya perdí...
Me sofoca la idea, ya no quiero estar más aquí.