Hace unos días me di el bote hasta el Santa fe; iba por la panosa; podrán decirme que soy muy quisquilloso, pero ví algo en sus dientes (como que eran implantes además de que parecía que tuviera comida entre los dientes) y me desinfló por completo. Fuí a Atúnes a ver cómo estaba la movida, cambio de luces con una blanquita pelinegra llamada Katherin, bonita sin ser despampanante, se dió sus mañas para ganar tiempo y no se dejó trapear; un polvo rapidito que me dejó iniciado. Cuando baje me encontré a Kitty... A juzgar por lo que los demás cofrades dicen me perdí de mucho.

Cada vez estoy prefiriendo las de avisos clasificados; no me expongo en el Santa fe, 100-120 por una hora, casi siempre con besos y trapeadas dónde se me antoje, aunque con la sabida sorpresa de como lucen en persona.