Autor: DeAngelo
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Qué quiere ella realmente decir cuando te dice “Seamos amigos” y qué hacer para no volver a caer nunca más en la trampa.
Cuando una mujer te dice “Seamos amigos”, lo que realmente está intentándote decir es “Me caes bien y te aprecio, pero no me atraes lo suficiente como para desear acostarme contigo”
¡Pufff…!
¿No odias cuando esto sucede?
Yo sí, con todas las fuerzas de la que soy capaz, a decir verdad. Por eso, he invertido largo tiempo en reflexionar sobre ello y en idear una estrategia con la que combatir la lacra del “Seamos amigos”
Afortunadamente, finalmente descubrí como darle la vuelta a la tortilla e invertir la situación.
¿Cómo?
Bien… Ahora, siempre soy yo quien hace primero referencia explícita a “ser amigos”, a “salir juntos como amigos” y a “por lo menos, si no llegamos a nada más podemos ser amigos” en nuestra primera conversación y también cuando quedo con ella por primera vez para tomar un café.
Después, durante la cita, hablo de cuánto me gusta hacer nuevos amigos/as y conocer antes que nada a la otra persona. Le digo, “Tengo la intuición de que tú y yo podemos llegar a ser buenos amigos”
Una vez que el marco de referencia de la amistad ha quedado firmemente establecido, la seduzco como un loco y le lanzo constantemente indirectas y bromas con claras connotaciones sexuales.
Esto me sirve para comunicar inequívocamente la idea de que soy yo quien mantiene totalmente el control sobre mí y sobre la relación.
Implícitamente, le hago saber que voy a ser YO quien decida si quiero que seamos sólo amigos o algo más, basándome en su carácter y no sólo en su apariencia física.
Esto es algo con lo que ella, probablemente NUNCA
ANTES se ha tenido que enfrentar (como sabes bien, esa clase de cosas con las que una mujer no ha tenido antes que enfrentarse, son mis favoritas). Además, si primero hablas con ella de ser amigos, eso te servirá para recordar que debes mirar más allá de la belleza física para averiguar qué tipo de persona es.
A estas alturas, sería multimillonario si me hubieran dado un euro por cada hombre que conozco que ha estropeado su vida por involucrarse demasiado con una mujer de atractivo aspecto exterior, pero interiormente horrible.
Puedes continuar con este juego de “seamos amigos” indefinidamente. Incluso cuando empieces a salir con ella, sigue hablando frecuentemente de ello.