Cita:
Iniciado por Casanova33 Tal vez otra nena que me embobaba pero que nunca probé: La Caleña: Me encantaba como bailaba en ese tubo; el de ella si era un baile de pole profesional y muy sexy y sensual, no esas re-ñeradas de Fiebre y Troya que no tiene nada que ver con Pole. Una se sentía más o menos en Mónaco viendo esa caleña deliciosa, morena salvaje y grandota, una pantera con la piel elástica. Eso era para mi La Piscina. |
Las veces q disfrute de la piscina fueron con 2 niñas divinas una se hacía llamar Karla operada de Cali, catre delicioso en ese entonces eran 115 mil 30 min, la otra era una paisa rostro hermoso, cuerpo natural pero senos operados eran mis jueguetes favoritos, se hacía llamar Paula. Eso fue hace 5 años de ahí en adelante la piscina ya andaba en decadencia abriendo paso al castillo allí conocí a Violeta era alta veterana operada por todo lado era la más tetona del lugar, Barbie otra operada de culo y tetas era el boom por ser joven, comenzaba en paisas y terminaba allá, ya todos la conocen aunque ya es milf se mantiene a pesar de estar más gruesita y otras muchas niñas de esas épocas de oro q ya ni recuerdo sus nombres pero eran unas faenas de no olvidar. Más q todo disfrute de severos culos fue en paisas y el Castillo comí a la carta, las mujeres sí hacían valer mi dinero, me atendían bien y otras me trataban como al novio, cuando me invitaban de vez en cuando a sus aptos o habitacion del motel después de cerrar era para seguirla y disfrutar de sus placeres sin pago alguno yo solo ponía más trago luego me daban desayuno o salíamos a comer algo jajaja, también terminaba en Melgar, Villao etc dándole en forma por las noches después de disfrutar en la piscina y salir a caminar como novieicitos sin cobrar por su compañía eran planes improvisados q surgían ya sean por q quería cambiar de ambiente o terminaban de trabajar con buen dinero.
Gratos recuerdos compañeros gratos recuerdos.
La nueva generación de sexoservidoras (sin importar nacionalidad) como todos saben la mayoría son desinteresadas en la atención al cliente, avaras y codiciosas. En fin recordar es vivir