visita al Santa el día de ayer buscando comer dos o tres chimbitas. Yendo por la de La Piscina, veo a una culona reclinada sobre un taxi que se orilló a preguntarle la tarifa. Se da la vuelta y para mi grata sorpresa es La Panosa, a quien no me comía en años, literalmente. No dudé en entrarla aunque la cagué en no pedir rebaja así estuviera platudo, me pidió 50 y se los di sin chistar. Pero la nena me parece de las más bonitas de la calle, con esa buena genética, esas caderotas y esa carita hermosa. Se ha vuelto más canchera (en el buen sentido) que hace años, le calienta a uno el oído y propone. Le voleé lengua y le di su mondaquera, pero amarra los besos.

Inmediatamente salir, en la esquina noroccidental de esa misma calle veo a una buena veneca, alta, esbelta, morena, en un enterizo ceñido. Aunque según ella es barranquillera y renegó de ser veneca. Superó mis expectativas. Me hizo mala cara cuando le inquirí si daba besos al negociarla, pero terminé rumbeándomela varias veces durante el polvo. Me dio una espectacular mamada de bolas, se puso bastante arrecha al trapearla y penetrarla, y hasta se sentía apretada. Le pagué doble rato, 80k.

Con ella también pude evitar eyacular, puesto que en la tarde pensaba visitar a las gemelas, a las cuales referencié en https://www.denunciando.com/sexual-t...l#post12241723 ([ BOGOTÁ ] Reseñas sobre prepagos de paginas web como Mileróticos, Photoprepagos, Locanto, etc...) y de quienes me volví cliente regular. Como siempre dos totonas bien apretadas, primero cojo a una y, al acabar la media hora, ella misma hace llamar a su hermana. A ambas les encanta que las trapeen y yo con mucho gusto es lo primero que les hago, hasta hacerlas venir. Luego las clavo, por lo flaquitas, se siente muy bien. Ya cumplida la media hora con la segunda, eyaculé muy a gusto clavándola boca abajo. Aunque me anunciaron que subieron considerablemente su tarifa (haciéndome una excepción por el día), así que no sé si vuelva a visitarlas muy frecuentemente.

buena maratón culeadora, 4 chimbitas en un día. Ahora que vengo a Bogotá sólo esporádicamente, me toca así, aproyechar al máximo los pocos días por acá.