Después de una buena faena con una SS con la que me he visto tres veces, resultamos yendo a comer a un restaurante cercano; acompañándo al otro a comer lo que se le antojó en ese momento. Me sentía raro porque parecía plan de novios; ella dándome bocados de su plato, hablando de todo un poco, ella tocándo mis manos y muslos, pagando americano, recostada en mi hombro, beso de despedida... A pesar de limitarme a recibir esos mimos con algo de frialdad no puedo negar que eso se siente bonito (más debido a no asimilar del todo la reciente maternidad de mi exnovia -a pesar de no haberla amado con locura), si; se sintió bonito pero no es la idea que tengo de una cita, o más bien: una SS no es el prototipo de mujer con el cual sentir nervios antes de verla pensar en cortejarla, lucir bien para ella, verla por cuarta, quinta, sexta vez... a pesar de que algunas civiles sean más cancheras y recorridas que una acompañante.

Tal vez a ustedes les ha pasado, así como también que las preocupaciones por las finanzas personales, el trabajo, la familia no los deja pensar con claridad, divertirse y hacer que el amigo funcione al 100% y lleguen a pensar que además de eso hayan problemas de salud. Por eso les comparto mi decisión de pasar a otro capítulo; ya voy este día 1 de 30 sin porno y sin hacerme una paja para tratar de calmar las preocupaciones.

Veremos mañana.

Gracias por sus voces de apoyo.