Hoy en día es muy común utilizar sistemas de ampliación de cobertura de red en nuestros hogares tanto inalámbricos como cableados. De esta forma intentamos llevar a todos los rincones de la casa nuestra red LAN para poder acceder a Internet sin necesidad de estar en un lugar fijo. Soluciones como los repetidores Wi-Fi o los PLC son muy populares, y a ellos se ha añadido la solución de la fibra óptica plástica.
Este método no es para nada nuevo, ya que la fibra plástica o POF lleva mucho tiempo en uso, pero sí los kits de instalación básica orientados a consumo general. Su precio no es precisamente el más asequible de los métodos disponibles, pero sus premisas son claras: escalabilidad, ancho de banda máximo garantizado y latencia casi nula.
Principales ventajas de uso
las ventajas que nos brinda frente a la fibra óptica de vidrio y a otros métodos de comunicación.
Fibra de vidrio no conduce la electricidad: esto es aplicable a todo tipo de fibra y no solo a la POF, así que no nos electrocutaremos al tocar un cable.
Es inmune al ruido eléctrico: Al basarse en impulsos fotoeléctricos la fibra de vidrio goza de inmunidad frente a las interferencias que producen los cables eléctricos colindantes. Esto la hace ideal para su integración en instalaciones eléctricas de los hogares, y precisamente por esto está tomando cada vez más repercusión en los kits de instalación.
Su ancho de banda es muy superior a los cables ethernet o Coaxiales: ocupando mucho menos diámetro de conductor y por tanto pudiéndose implementar más sencillamente en instalaciones eléctricas ya existentes. De hecho, esto es lo que hacen los proveedores de fibra cuando llega el técnico a nuestra casa.
Nos da flexibilidad: es la segunda mayor ventaja de esta fibra óptica plástica, ya que permite tener cables más delgados que los ethernet y más fáciles de manejar que los coaxiales. Así que podremos instalarlos sin mayores problemas en nuestra casa, o meterlos por la instalación eléctrica para llevar internet a cualquier punto.
El coste de fabricación es muy inferior al vidrio: y por ello está al alcance de cualquier usuario. De hecho, cuestan más los convertidores fibra-ethernet que el propio cable.
Se puede trabajar mucho mejor con ella: esto significa que podremos cortarla a medida directamente sobre el campo de trabajo y sin necesitar elementos de gran precisión. La instalación de los conectores también es mucho más sencilla.
Permiten menor atenuación: al ser una fibra basada en material plástico, su coeficiente de absorción, y dispersión de la señal es menor por tener menos impurezas que el vidrio.
Junto a estas ventajas, la más importante y a la que va enfocada este artículo es la posibilidad de extender nuestra red LAN doméstica o de una oficina por toda la casa gracias a los kits que hay en venta en la actualidad. Realizando una instalación de fibra podremos llevar esos 1000 Mbps reales o más hasta cualquier punto, sin perdidas ni disminución de ancho de banda. Podremos conectar hasta cuatro convertidores de medios (por ahora), a lo largo de la instalación para tener una gran cantidad de bocas Ethernet repartidas por la casa.
El mayor inconveniente, su precio
No todo es bueno, y como siempre ocurre, también existen desventajas de esta tecnología que deben ser tenidas en cuenta:
No soportan el fuego o muy altas temperaturas: obviamente hay cables ignífugos, pero al estar basada en materiales plásticos no son resistentes al fuego.
Tampoco soportan tan bien la humedad y corrosión como la fibra de vidrio: así como también el uso para entornos de vacío.
Este tipo de fibra no puede retransmitir luz infrarroja: en consecuencia, su capacidad y ancho de banda no llega a ser tan elevada como la fibra de vidrio
El precio de acceso para los kits de instalación todavía es bastante elevado, partiendo de los 200 euros o más en todos los casos. Esto es un importante impedimento para muchos usuarios, salvo que necesiten una conexión especialmente potente y estable, por lo que al final utilizarán simples repetidores Wi-Fi con cubren bien las necesidades.