PEDIR MUCHO A CAMBIO DE NADA
"Recuerda que de la conducta de cada uno depende el destino de todos". Eso dijo Alejandro Magno y me hace pensar en la conducta que tenemos como Dominantes y cómo repercute en Nuestra Propiedad. Nos definirá como personas pero nos iluminará u oscurecerá como ejecutores de nuestros actos y en cómo estos repercuten en la parte sumisa. En su Sentir y en su Libertad.
El nivel de entrega es muy personal pero muchas Dominantes piensan que efectuando un restrictivo control sobre Su Propiedad ya está todo hecho. Y cada sumiso necesita su proceso, sus tiempos... y no hay que ir restringiendo sus capacidades, sus deseos de aprender y volar ni modificar su esencia de Entrega. Hay que escuchar y percibir lo que ronda en la mente de Nuestro sumiso porque no son nuestras necesidades las primeras, sino las suyas y, a raíz de ellas, vendrá el cumplimiento de las Nuestras. Todo lo que logremos por imposición jamás será ni sentido ni aprendido y, mucho menos, disfrutado, sino que será llevado a cabo por el mero hecho de no defraudarNos, por el temor al castigo sin más sentimiento que un auténtico despropósito.
En ocasiones, se ejerce el control sin mesura. Quizás para algunas Dominantes eso signifique validar Su poder, pero este no viene dado por el control sino por la Humildad, la empatía y, sobre todo, el conocimiento mutuo, por lo que se transmite y llega al profundo sentir del sumiso.
Cuando nuestro proceder hace que la parte sumisa se sienta educada, guiada, cuidada, empoderada... entonces, el camino que estamos llevando es el correcto. En Mi Opinión, no podemos ser carceleros, no podemos ejercer de manera coactiva y/o coercitiva sobre todo lo que haga Nuestro sumiso y, además, no reconocerle. Siempre, pero sobre todo al principio de la relación cuando, creo, debe haber algo más de mano ancha, mucha mano izquierda enfundada en seda, y muchísima comprensión.
En toda relación debe haber un equilibrio, un estado de igualdad de valores, de respeto, de entrega, de Doma... y de control pero cuando éste se ejerce sobre Nuestra Propiedad de un modo exacerbado, sin mesura, lo que logramos es que Nuestra Propiedad se sienta perdida, no alimentada, no comprendida, no escuchada... Se llena de vacío, de dudas, de la sensación de no hacer las cosas bien porque, además, lo que hace no es agradecido. Es una especie de espiral invertida.
Mi Querida Dominante, cuidar a/de Nuestra Propiedad es cuidar una parte muy importante de Nosotras. Controlarla es que sepa que en Nuestra Mano es libre, que en Nuestro Paso siente que hay una huella que seguir, una brújula que le guía hacia lo correcto, y que cada uno de sus actos tiene consecuencias, sí, pero no siempre a base de castigos, indiferencia o cualquier otro gesto que lo anule, vacíe o defenestre.
No por hacer más corta la cadena o más apretado el nudo, se obtiene el reconocimiento.
#Gem🖤