Iniciado por elrololoco Buenas noches cofrades.
Pues si, les comento que después de dos años largos con las scort se me había despertado el deseo de volver a tirar con La Hinchada, mujer con la cual he tenido los polvos más bacanos y fuertes en toda mi historia puteril.
A ella le dejé de ver finalizando 2018, siendo una de las razones que me hizo alejar del barrio pues ya no valía la pena ir por allá.
Gracias a la información de varios cofrades que publicaron acá que empezaron a verla en Troya, pues esperé a completar mi esquema de vacunación para ir de nuevo por allá.
Y si, el viernes pasado andaba en mi casa y me dio la corazonada que ella estaba allá, y al tiro pedí un taxi y me dirigí al barrio.
Llegué a Troya y me sorprendió el ambiente, se extrañaba mucho la música y el desfile de chicas pasando de un lado para otro. Iba a pedir una pola pero al ver que nadie me atendía, pues me fui a dar la vuelta de rigor y ahí fue cuando la vi, al lado de los baños. Lucía un top de color negro y un delicioso short blanco. Su rostro es inconfudible, seguía igual de atractivo.
Me dirigí hacia ella y me le acerqué por la espalda, ella se quedó mirándome unos segundos y nos lanzamos en un fuerte y largo abrazo. Comenzamos a hablar sobre todo lo que había sucedido en estos tres años y luego cuadramos el salto, cobrándome $70.000°°.
Deseoso de volver a sentir ese cuerpo subimos al segundo piso y mientras esperábamos pieza ella me comenzó a provocar con sus movimientos corporales, restregándome ese rico culo forrado en ese short sobre mi zona íntima. Finalmente nos asignaron una en el tercero y cuando cerré la puerta, comenzó tremendo festín de lujuria, pasión y sexo duro, como ella sólo sabe hacerlo.
Estaba tan emocionado y arrecho que le pagué cuatro saltos (una hora), pues de verdad quería sentir de nuevo esa pasión y entrega, esos shorts que la hacen ver totalmente apetecible y deliciosa, la forma en que sus fuertes sentones me hacen doler de placer mi verga, ese cuerpazo que me encanta poner a sudar, ver la cara de perra cuando está encima mío, darle palmadas a esas nalgas firmes y sensuales que gozo ver cuando está sumisa en posición de perrita.... ¡¡Ufff, de verdad que esa vieja si sabe lo que es culear!!
Saludos y gracias a los cofrades que avisaron su retorno al Santa fe, ahí les dejé su reputación. |