A la solterona de la cuadra, que era dueña de una perrita, un vecino le pide el favor de cuidarle el perro durante un tiempo mientras se iba de vacaciones.
La mujer sabía que su perrita estaba en celo, pero como tenia una casa amplia para ella sola, no le vio el problema de cuidar el can de su vecino, asumiendo que los podria mantener separados.
Esa misma noche la señora fue despertada por ahullidos y gemidos que provenian de la cocina. Al acercarse observo como ambos animales estaban apareandose apasionadamente.
Luego de multiples intentos infructuosos de separarlos, la dama decidió llamar al veterinario para explicarle el problema.
Y el veterinario le responde:
- "Cuelge el telefono, pongalo en el piso al lado de los perros, en breves momentos le voy a timbrar y con la bulla del telefono va a ver como el macho pierde la fuerza de su erección y usted los podrá separar"
-"¿Y usted cree que eso si va a funcionar?" preguntó la señora
-"Pues funcionó en mí"