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#1 |
Denunciante Dorado
 |  De 100.000 a 10.000: una anécdota sobre comprar libros que (lo más seguro) será un post irrelevante
Calificación: de
5,00
 | Por Soyado Me surgió de repente escribir esto. Y cuando surgen estas oportunidades hay que aprovecharlas así tu fe en que tu escrito se convierta en un aporte altamente visitado en Denunciando sea toda una ingenuidad.
El amor que le profeso al leer -por el cual me mantengo debidamente enterado de lo que me importa-, me hizo comprar la sorprendente cantidad de cuatro libros en esta semana. El martes y hoy y de a par de textos por día. Pero ambos procesos de compra tienen sus particularidades que conforman un marcado contraste para mí, cual es el motivo por el que me animé a redactar esta vaina.  Empiezo por destacar que una adquisición, la del martes, fue planeada mientras que la de hoy no. En efecto, el sábado inmediatamente anterior que salí de trabajar me dirigí a la Librería Nacional de Chipichape y hubo un libro que captó inmediatamente mi atención, ‘Aquí no hay reglas. Netflix y la cultura de la reinvención’.
Lo hubiese comprado de inmediato de haber contado con la plata; así que tuve que “agendar mis ansias” hasta después del puente en el que barajé la posibilidad de adquirir otro texto que había pillado en mi visita sabatina y pos-camello: ‘El libro del cine’, el cual hace parte de una llamativa enciclopedia de la Editorial DK en el que hay otros temas como ‘El libro de la música clásica’, ‘El libro de la religión’, ‘El libro de la política’ y así.  La fecha de hoy no me tocó trabajar y entonces luego de lograr que me hicieran mi examen visual anual y de pasar por la Biblioteca del Centenario, enfilé hacia La Esquina del Libro ubicada en la carrera tercera con novena como colofón de mi salida. Parada que había empezado a considerar por un instante en cuanto había pasado por allí de ida hacia la Biblioteca pero que en todo caso no había tenido en consideración por días como el caso de la Nacional.
Llegó el martes después del puente y de las horas laborales. De una al arribar a la Nacional me apresté a tomar uno de los ejemplares envueltos del libro sobre Netflix y le volví a hacer ojitos al del cine con la intención de quizás llevármelo igualmente. Sin embargo… Me fijé casi desprevenidamente en un texto, que estaba en el stand ubicado detrás de la caja con barra de atención y que por esto hace imposible el acceso de los visitantes al mismo de modo que le pregunté a la cajera por el precio del susodicho.  Resultó ser del mismo valor que el versado acerca de la plataforma de streaming. Y la señora no solo se limitó a informarme el costo, sino que me lo pasó estando este también envuelto: su nombre: ‘El poder de los hábitos. Porqué hacemos lo que hacemos en la vida y en el trabajo’. Pequeña reflexión con este libro amarillo en mis manos mirando de reojo al del séptimo arte que era el doble de costoso y… ‘Hasta la vista, baby’, me comporté mentalmente con la opción enciclopédica.
Al final entonces me llevé dos textos por el precio del de cinematografía y un poco más, quedando a la vez con una sensación de haber hecho una elección sensata tanto como por tema económico (terminé no gastando demasiado) como por asunto temático (sí; el cine me interesa particularmente, pero ahora escribiendo esto caigo en cuenta de que ya tengo dos libros de Taschen que hablan de él los cuales además no he leído completos).
‘Netflix y la cultura de la reinvención’ me “atrapó” instantáneamente debido a que soy un usuario de vieja data de este servicio quien compra juiciosamente una Tarjeta de Regalo para mantener activa su cuenta (y al que, por qué no, le gustaría trabajar para esta empresa). ‘El poder de los hábitos’, en cambio, fue una elección del todo sorpresiva que impuse a la del cine porque es un contenido que se involucra directamente en lo personal y con el que me siento identificado en la plenitud de mi cotidianidad.
Un libro por el hábito de usar un producto, y el otro por el producto de estar en ciertos hábitos, ja ja ja.  El libro del centro en esta imagen, lo compré gracias a un artículo que compartió aquí en el foro el 'compa' Heráclito De vuelta a la vuelta de hoy y a diferencia de la Nacional de Chipichape llevaba rato sin visitar La Esquina del Libro, yo creo que un poco más de un año o algo así. En esta ocasión entré a este local del Centro de mi amada Cali concretamente en el barrio San Pedro sin ninguna idea de lo que me llevaría, mientras mi mirada se posaba en títulos y reseñas tan tentadores como empalagosos por la cantidad exagerada de opciones (como me sucede igualito cuando voy a la Nacional, o cuando entro a Netflix).
De pronto le dediqué mayor atención a una sección del recinto en donde se anunciaba una promoción genial: ‘Paga 1 y lleva 2’, un espacio en donde por el precio de un libro te puedes llevar sin cancelar otro del mismo valor. Y fue allí en esta parte de La Esquina en donde me reencontré con la presencia de una obra que me evocó mis años juveniles cuyo argumento central es uno muy apreciado por acá: sexo. Y con imágenes de poses entre otras.  Podrán existir muchos libros que se llamen igual pero como este... ¡ninguno en la Vía Láctea! Les estoy hablando de ‘El manual del amor’, un libro en fascículos que venían en el inolvidable diario ‘El Espacio’ que me acuerdo que empecé a coleccionar hace como un poco más de 20 años calculo yo pero que nunca completé. Supongo que en esa época este manual hizo que como pan pal desayuno se vendiera ‘El Despacio’, ja ja ja (Gracias, ‘El siguiente programa’), una de las razones que unida tal vez al pudor me impidieron seguir comprando las entregas de este ilustrativo texto.
Y hoy fue el día, señores, ya casi en mis cuatro décadas en que pude ver completo ‘El manual del amor’ y ni corto ni perezoso, me lo apropié como si me hubiera encontrado unos lingotes. A 10 lucas no más, decía que costaba en su primera página. El otro que me llevé gratiniano que tenía el mismo costo se llama ‘Des-edúcate’, el cual ganó en una puja de alternativas que bailaron entre ‘Compradicción’ (de un autor del cual tuve un libro hace años llamado ‘Brain Washed’), ‘Cómo se robaron la copa’ (del mismo corte que el excelente ‘Los señores de los anillos’ sobre corrupción a gran escala de organizaciones deportivas), y ‘Diccionario de sinónimos y antónimos’ de Norma.
Psicología. Fútbol. Gramática. Terminó ganando el erotismo con factor nostalgia incluido. 
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