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Iniciado por SUSTAIN Dicho por una Veneca: " Es que los colombianos son todos unos tacaños, son unos atenidos chichipatos" así como le respondí a esa vieja por whatsapp le respondo a todas las venecas que vienen acá a Colombia a nada mas que criticar el sitio que les da la oportunidad: Devuélvanse para su gran puto país entonces, lárguense pues y no vengan a reclamar lo que no fueron capaces de reclamar en su pais !!! |
El gran problema de los venezolanos es que siempre estuvieron acostumbrados al derroche y no solamente cuando estuvieron bien sino que también han sido despilfarradores incluso en la crisis, no fue sino hasta hace muy poco que el hambre y la desesperación los ha forzado a ser más conservadores y conscientes;Tuve la chance de conocer Venezuela y su gente en los tiempos en que la bomba social y económica aún no había explotado y los días en los que Chávez aún hablaba duro sostenido por los precios del petróleo cercanos o por arriba de los 100USD el barril, evidentemente el país mostraba ya signos preocupantes pero a nadie le importa a un pepino y gastaban como si no hubiera mañana, fueron tiempos locos para mi por que pude empezar a cultivar mi afición por las putas en clubes nocturnos convenientemente hubicados en los sótanos de los edificios de oficinas donde mis colegas venecos gastaban el dinero a manos llenas y no se median para invitarte un trago o un polvo literal y metafóricamente hablando.
Si uno se pone a pensar en eso es normal que algunos venecos nos vean como tacaños (si nos consideran tacaños a los colombianos que no dirán de los chilenos o de los peruanos que son más amarrados que televisor de residencia), las chicas un tanto mayores añoraran aún esa cultura del despilfarro y del dinero facil, como decía no era raro ver a los mismos venecos pagando 50, 100 o más dólares por una puta fea que aquí en Colombia no podría cobrar más de 40k, y de ahí para arriba y eso que estoy hablando de oficinistas asalariados no me logro imaginar lo que debieron ser las élites y las gentes verdaderamente pudientes, las chicas más jóvenes que sólo han conocido el hambre y la miseria son un poco más agradecidas.