El sacerdote Un sacerdote, dudoso de su sacristán debido a la disminución de las ofrendas del día domingo, piensa preguntarle directamente si ha estado robando la limosna.
Para no incomodar al muchacho, decide llamarlo al confesionario para poder hacerle un pequeño e inocente "interrogatorio" y darle así la oportunidad de confesar el robo.
El relato dentro del confesionario es el siguiente:
- Francisco..
- ¿Sí padre?
- ¿Sabes tú por qué han bajado las ofrendas de los domingos en la recolección que tú realizas?
- ¿Qué padre?... no lo escucho...
Con tono más elevado de voz el cura vuelve a preguntar...:
- Si sabes por qué falta dinero de las ofrendas de los domingos....
El sacristán insiste...
- ¿Sabe padre? No escucho nada....hable más fuerte, por favor...
Con voz más fuerte aún, el cura vuelve a preguntar...
- Mira boludo de mierda, ¿sabís vos por qué falta plata los domingos?
- Padre, ¿sabe qué? ¡No oigo nada! ...¡Hábleme más fuerte por favor!
Ya desesperado y gritando dentro de la iglesia vacía:
- ME ESTAS CAGANDO CON LA OFRENDA ¿SÍ O NO?...
El niño se asoma por la puerta del confesionario y mira al sacerdote y le dice:
- Padre, no lo oigo...
El cura responde:
- A ver, entra tú aquí y dime algo, yo voy por el otro lado...
Cambian de lugar y el cura le indica...
- Ya Francisco dime algo...
Y el niño le dice:
- Padre, ¿es cierto que se está teniendo sexo con Sor Maria?
A lo que el cura contesta ....
- Tienes razón Paquito no se escucha nada...!!!
|