En este tema, mi postura es tradicional. Considero que si bien la mujer es dueña de su cuerpo, no por tal razón es también dueña del cuerpo que se está formando en su vientre. El hecho de ser un vehículo para traerlo al mundo no le da derecho a disponer de su vida. Ese ser, desde el momento de su concepción tiene derecho a vivir y el Estado debe protegerlo.

Estoy de acuerdo que cuando se compromete la vida de la madre, el feto tiene malformaciones genéticas que hacen imposible su existencia o es producto de una violación, se constituyen en excepciones que permiten el aborto. Pero hasta ahí.

Respecto a lo de Argentina, respeto su decisión, pero no la comparto.