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Antiguo 21-10-2020 , 01:10:53   #4662
bauerbog
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Predeterminado Respuesta: [ BOGOTÁ ] Sitios de shows de Striptease, Prepagos, Scorts, Sexturismo, Night Club's y ot

Parte 1

Fue un día de fin de semana. Vivo lejos del lugar en que nos citamos. Tomé mis precauciones. Salí con suficiente anticipación. Una vez ya iba en el transporte al sitio de la reunión la llamé. Le conté dónde iba y cuánto podría demorarme. Ella me dijo que ya estaba cerca del sitio. Acordamos encontrarnos en un lugar cercano a la zona de moteles. Una vez me bajé del transporte caminé varias cuadras para llegar allí. De lejos vi la silueta de una mujer alta con el pelo recogido, vestida con una chaqueta gruesa y unos leggins oscuros y entaconada. Su rostro lo ocultaba con su tapabocas. Tenía una cartera grande colgada en uno de sus hombros y estaba en la entrada de una droguería cercana. Me le acerqué, me le puse al lado y le hice un comentario sobre algo que había en un mostrador. Volteó y me saludó. Me dijo que ya me iba a llamar para decirme dónde la podía encontrar. Nos saludamos tímidamente de codo. Ella compró algo y sin yo esperarlo, una vez salimos de allí me cogió de gancho y comenzamos a caminar juntos. Entramos a la zona de moteles, teníamos una preselección de lugares. El primero que vimos... cerrado. Continuamos caminando. La zona estaba casi desierta. Casi no había movimiento. Llegamos a una parte donde habían varios que conocíamos. De ésos sólo vimos dos abiertos. Uno de ellos tenía a un hombre afuera con tarjetas invitando a entrar. Dio la tremenda casualidad que el hombre lo conocíamos por que tenía la misma función en otro motel al que frecuentábamos pero que en esta época dejó de prestar servicio. Lo saludamos, nos recordó y sin más preámbulos nos invitó a entrar. Pasamos por el parqueadero de vehículos y nos guió para subir unas escaleras y alcanzar el lobby. Al llegar pasamos por la alfombra de desinfección, el uso del gel antibacterial en las manos y la esperada toma de temperatura. Ella pasó primero, y yo después. Luego de pasar eso apareció una empleada uniformada con tapabocas y guantes. Le pregunté por una habitación amplia, con espejos, sillas y que no fuera tan costosa. La empleada nos guió hasta el último piso del lugar. No funcionaba el ascensor. Nos tocó subir por las escaleras. Nos abrió la habitación. Miré de reojo a mi acompañante. Ella es quisquillosa en cuestiones de limpieza y tengo muy en cuenta sus opiniones. Nos miramos nuevamente y ella con un movimiento de cabeza asintió. La habitación era amplia. Tenía un amplio espejo. La cama era King Size. Había también un sillón erótico. El baño y el cuarto de ducha se veían muy limpios. Le dije que la tomábamos. Procedí a pagar. Pedí unas toallas adicionales que fueron traídas casi inmediatamente por otra empleada vestida de la misma manera que la primera en unas bolsas plásticas. Nos sugirieron poner allí todo lo que usáramos. Nos advirtieron finalmente que cuando fuéramos a salir avisáramos. Mi acompañante muy previsiva pidió el número telefónico de la recepción, porque no ibamos a tocar ni utilizar ningún ******o llámese teléfono o control remoto del TV. Una vez dicho esto las empleadas abandonaron la habitación y ella y yo al fin nos quedamos a solas.

Nos costó unos segundos darnos cuenta que ya no habia nadie fuera de nosotros. Cerré la puerta, puse el pasador, vi una especie de mesa al fondo, y empecé a dejar lo que llevaba allí. Era lo suficientemente amplia pero ella escogió unos ganchos para colgar su cartera y su chaqueta. Yo empecé a recorrer de nuevo la habitación. Ella me sugirió que me quitara mi chaqueta y la colgara en uno de los ganchos. Lo hice y entré al baño a mirar dónde estaba el cojín de jabón líquido para lavarme las manos. Lo hice. Luego me sacudí vigorosamente las manos sin coger ninguna toalla para secarme. Sólo en ese momento procedí a quitarme la careta y luego el tapabocas después de varias horas. Sentí un tremendo alivio poder volver a respirar normalmente cuando miro por el espejo que ella ya se empezaba a quitar la ropa y su tapabocas. En ese momento volteé, nos miramos, vi de nuevo su rostro después de varios meses y ella se dirigió a mí sonriendo. Yo tenía la bolsa de jabón en mi mano y se la ofrecí. Ella la tomó pero antes de usarlo acercó su rostro al mío y me besó en la boca. Yo la tomé de la cintura y la besé también. Nuestros labios se separaron suavemente. Sonrió y me dijo hola. También sonreí y me aparté un poco para que también se lavara las manos. Mientras se las lavaba me pidió que la abrazara estando yo detrás de ella. Ambos nos mirábamos por el espejo y cuando terminó de lavárselas y yo le iba a alcanzar una toalla para secarse me tomó las manos y me las puso en sus grandes tetas para que se las acariciara. En ese momento sólo tenía un body con una abertura muy profunda en forma de V. Parecía que sus tetas se iban a salir de él.

Ella se volteó y me volvió a besar. La pasión comenzaba a subir rápidamente. Nos detuvimos y sin yo decirle nada, ella me dijo que no me preocupara por el tiempo. El tiempo de preparación no contaba. Que ibamos a tener dos horas de sexo con opción a una tercera hora, si yo así lo quería. Ella quería ducharse y asearse debidamente y luego pasaría yo. Le había sugerido previamente incluir el sexo anal en el servicio y lo aceptó sin problema. En el baño se quitó el body y volví a ver su cuerpo desnudo. Me quedé inmóvil por un momento contemplándola. Mientras ella se duchaba saqué las cosas que iba a usar (preservativos, lubricantes). Pensé que usaríamos ese sillón y un cojín especial sobre la cama. Entonces busqué una botellita con spray que contenía alcohol glicerinado y con unos pañitos húmedos y limpié por completo esas superficies. Dejé las cosas a usar en una de las mesitas de noche, incluido el alcohol y comencé a quitarme la ropa hasta quedar en interiores. La doblé lo mejor que pude. La chica seguía disfrutando del agua caliente y cuando me vio de lejos me llamó y me dijo que entrara a ducharme. Me quité mis interiores y los dejé en uno de los bordes de la cama y cuando pensé que iba a salir me tomó de la mano y me metió con ella a la ducha. El agua estaba muy caliente y con dificultad pude mover la perilla para que no saliera tan caliente. Ella empezó a acariciarme, se echó en sus manos jabón y empezó a enjabonarme la espalda. Luego puso sus firmes tetas allí moviéndolas lentamente para arriba y para abajo. Luego me puse de frente a ella y con una de sus manos tomó mi miembro y lo empezó a masajear suavemente. Luego con el chorro de agua dándome en la espalda ella se agachó un poco y metió mi miembro entre sus tetas. Con sus brazos se las apretaba para que no se saliera de allí. Luego se enderezó y me volvió a besar. Esta vez sentí su lengua encontrando a la mía. El beso cesó e hice que me diera la espalda para acariciárcela, las tetas y su hermoso y blanco culo. Mis manos llegaron a acariciar sus muslos, pero sentí que ella quería salir. Me dijo que me siguiera duchando mientras ella me preparaba una sorpresa.

Ella salió a la habitación. Se estaba poniendo un hilo dental y luego una bata y unos tacones sandalias super altos. Terminé de ducharme. Me traté de secar lo más rápido que pude. Previendo lo que venía había dejado una pantaloneta para ponérmela (para que ella tuviera algo que quitarme después). Apagó la luz normal y encendió otra mucho más tenue. Me puse rápido la pantaloneta, la toalla la conservé en uno de mis hombros. Me dijo que me sentara al borde de la cama. Ella tomó su celular y lo conectó via bluetooth con un parlante pequeño y muy práctico que ella por lo general carga y comenzó a hacer para mí un striptease grandioso. Despacio, sin afanes se fue quitando su bata hasta quedar en hilo dental. No podía articular palabra alguna. Mi atención estaba por completo en poder de ella. Me impresionaba lo altísima que quedaba con los tacones, un lomazo impresionante. Me parecía en ese momento que sus tetas eran más y más grandes y que su culo se volvía irresistiblemente tentador. Me restregaba por mi cara primero su culo, luego sus tetas y amagaba con besarme. Se me sentaba en mis piernas, me pasaba sus manos por mi rostro y por mi cabello con una gran suavidad. El reto era no ponerle las manos encima. Si la tocaba ella se alejaba. Eso habíamos acordado previamente. Era como un juego. Yo creí que me quedaría quieto, que resistiría la enorme tentación de tener su cuerpo a mi alcance enfrente de mí. Sólo resistí un par de minutos. Involuntariamente una de mis manos tocó una de sus nalgas y ella sonriendo de forma pícara se alejó de mí. Seguía moviéndose frente a mí pero a cierta distancia, no obstante, poco a poco se fue acercando otra vez. Ya me sentía más relajado porque había ya soportado varias poderosas tentaciones que ella me puso sin venirme (después de tanto tiempo de no hacerlo ése era uno de mis temores, venirme rápido). Se acercó y se quitó su sostén frente a mí. Luego se dio vuelta y empezó a jugar con su hilo dental. Se lo movía y se veían sus genitales. Y venía la siguiente tentación. Se empezó a aplicar un aceite con una fragancia muy ligera y muy agradable, primero en sus tetas, jugando provocativamente con ellas y luego en sus deliciosas nalgas. Ver la generosa cantidad de aceite rodando por su tremendo culo (ano, vagina y clítoris), haciéndose a un lado su hilo dental y yo desesperadamente seguía resistiéndome a tocarla. Ella en ese momento le pareció que me había hecho sufrir lo suficiente. Se quitó el hilo dental quedando completamente desnuda con los super tacones puestos, y tiró de mi pantaloneta quitándomela fácilmente. Se inclinó hacia mí, me abrazó, se me hecho encima y volvió a besarme, pero esta vez con una pasión frenética. Yo sabía que si esto seguía así me iba a venir enseguida. Por eso nos revolcamos literalmente en la cama y yo quedé encima de ella. La seguí besando con frenesí y fui por su aceite para echarle más. Me concentré primero en sus grandes tetas masajeándolas con movimientos circulares con especial atención a sus rosados pezones. Ya cuando me dominé y ella quedó a la merced de mis caricias fui por sus genitales. Le dije que se hiciera al borde de la cama y que levantara y abriera las piernas. Eso hizo y comencé a aplicarle bastante lubricante (no aceite) en sus genitales. Mis dedos comenzaron alrededor de su ano, algo de lubricante entró por ahí. Ella apenas se movió. Luego le aplique más en la vagina y en sus labios mayores y menores. Traté de acariciarlos con la mayor delicadeza y llegué finalmente a su clítoris. Acaricié su punta con movimientos circulares lentos y progresivos y empecé a sentir un líquido que empezaba a salir que la lubricaba por completo. De verdad quería sentir que la estaba tocando de la manera que era. Empezó a gemir de placer y cogió mi mano y me la llevó a su vagina. Quería que le metiera los dedos. Parecía que estaba como en un trance. Le pude meter dos dedos mientras se la abría y luego los movía por dentro. Ella gemía más y más fuerte y empezó a salir líquido de su vagina.

Ella se enderezó y me dijo que me acostara. Inmediatamente después se me echó encima y me volvió a besar y, mientras lo hacía, cogió mi pene que ya estaba lubricando bastante. Cuando se dio cuenta de lo parado que estaba, se puso en posición 69 y sin ningún aviso comenzó a hacerme un delicioso oral sin condón. El mejor que me ha hecho que yo recuerde. Me puso su culazo en mi cara y yo comencé a chuparle su clítoris y a meterle simultáneamente los dedos en su vagina. Me enloquecí de deseo y le di unas palmaditas en las nalgas, significando eso que la venida era inminente. Ella paró de chupar y con una gran habilidad con un masaje me retuvo la eyaculación, momento que aprovechó para alcanzar un preservativo y ponérmelo. Me dió la mano para enderezarme. Se puso en 4. Me le puse detrás. Cogió mi pené y se lo llevó a su vagina y empezó a mover muy rico su culo. Yo también me movía. Nos movíamos al unísono como bailando bien coordinados hasta que llegué al punto de no retorno y antes de eyacular me dijo que lo sacara rápido, me retirara el condón y que le echara mi leche en sus nalgas. Apenas tuve el instante para no venirme dentro de ella. Lo saqué lo más rápido que pude, me quité el condón, y expulsé una cantidad inusitada de semen que terminó en su espalda y rodando por su culo. Ella se refregó el semen en sus nalgas y me acercó el paquete de pañitos húmedos. Cogí uno y lo primero que hice fue quitarle el semen que todavía le escurría. Cogí otro para limpiarme mi pene pero ella en ese momento se volteó y antes de continuar limpiándose su culo cogió otro pañito para limpiar mi pene. Lo siguió masajeando y siguió saliendo semen. Cuando paró y no salió más me besó en la boca, bajó a mi pecho y volvió a chuparme el miembro por unos segundos más. Qué rico lo hizo todo. Qué venida memorable la que me había provocado. Estábamos bañados de sudor. Nos acostamos uno al lado del otro. Ella se giró a mi lado y volvimos a besarnos despacio, con calma y profundo. Puso una de sus piernas encima de mí y los besos continuaron. Había pasado algo más de una hora. Todavía quedaba tiempo de mucho más. Ella se ganó con honores el tiempo extendido...

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