me animo a escribir esto ya que he visto muchos aportes algo trascendentales sobre temas algo profundos y personales.

aprovechando esa motivación que me dieron en algún momento de mi extraña pero hermosa vida, de que serviría de escritor escribo este pensamiento.

surgió hace algunas madrugadas acompañado de mi insomnio y unas copas de vino blanco Márquez del riscal tipo rueda, y la necesidad de pensar sobre mis ataques de depresión, la soledad con la que he vivido tal vez en un momento impuesta luego por decisión propia.
encontré resguardo en el saber, en todo lo que aparecía en su momento, creeo que eso ayudo bastante.
la nostalgia que me daba sonidos, lugares, olores, canciones, recuerdos, me hacían reincidir en la extraña depresión, pero también en momentos de alegría y satisfacción, que me recordaba que habían tiempos mejores, y que así como se iban volvian.

no sólo en Estados de tiempo, también en compañías de esos momentos, el pensar que se lastimó, se hizo feliz o tal vez nunca fue, en mis tantos aprendizajes unos de manera autodidacta y empírica, tome el control de esos sentimientos, el no demostrarlos y mostrar una versión, fria, estructurada, calculadora he insensible ante las adversidades.

pero las demás personas que he visto son muchas con este mal que nos aqueja alrededor del mundo.
tendrán la fuerza para compartirla, tendrán la ayuda necesaria.
se muy bien que no todos tienen fuerza mental para sobreponerse apoyándose de la soledad, es más está más que claro que a los que tenemos estás situaciones, lo mejor que se puede hacer es no dejarlas solas.
terminando mi última copa de vino pienso que soy afortunado, y creo que he dado lo suficiente a quien creó que lo a necesitado, pienso que no me hace mejor persona ya que estoy muy dañado por dentro, pero equilibro las cosas y me tranquiliza.

y ustedes, han hecho lo suficiente por ese alguien que lo necesita. y tal vez solo tal vez han escuchado sus gritos en silencio pidiendo ayuda........